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El número de civiles fallecidos asciende a casi 10.000, y más de 16.000 han resultado heridos. Unos 6,3 millones de ucranianos son refugiados, pero el retorno voluntario aún no es posible, tras haberse convertido en uno de los países más minados del mundo. Continúa la detención arbitraria de civiles y la violación de derechos, incluyendo desaparición forzada, tortura, malos tratos y violencia sexual.
La secretaria general adjunta de Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, advirtió este lunes al Consejo de Seguridad que, tras más de 500 días desde el inicio de la invasión rusa a gran escala, la vida en Ucrania sigue siendo un «infierno», como la calificó el Secretario General.
Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 9287 civiles han muerto y 16.384 han resultado heridos, la mayoría bajo el fuego de las fuerzas armadas rusas.
Según los informes, Ucrania fue el país con mayor número de niños muertos y mutilados en 2022. Hasta la fecha, se han registrado 537 niños muertos y 1117 heridos.
“Éstas son sólo cifras confirmadas. Es probable que el número real de víctimas sea considerablemente mayor”, señaló DiCarlo, asegurando que “ningún lugar es seguro” en el país, y haciendo referencia a bombardeos que tuvieron lugar en ciudades como Kramatorsk, Kiev, Odesa y Lviv así como en las comunidades de la región de Sumy y Orikhiv, esta última bajo control ruso.
DiCarlo señaló que los ataques contra civiles e infraestructuras civiles, dondequiera que se produzcan, son “indefendibles y están estrictamente prohibidos por el derecho internacional”, y recordó a las partes implicadas que tienen la responsabilidad de evitar acciones que puedan agravar aún más las tensiones.
La secretaria general adjunta calificó como inadmisible cualquier amenaza de utilizar armas nucleares, así como poner en peligro la seguridad de las centrales nucleares y otras infraestructuras críticas.
DiCarlo reportó que, en los últimos días, expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica escucharon una serie de explosiones que, al parecer, tuvieron lugar a cierta distancia de la central nuclear de Zaporizhzhia.
“Se trata de un duro recordatorio de los riesgos potenciales para la seguridad nuclear a los que se enfrenta la instalación durante el conflicto militar en el país”, declaró.
Las Naciones Unidas y sus socios humanitarios han proporcionado ayuda a más de cinco millones de personas en lo que va de año.
Sin embargo, persiste la falta de acceso humanitario a las zonas controladas por Rusia, privando a unos 3,7 millones de personas de la asistencia, por lo que DiCarlo instó a Rusia a que cumpla sus obligaciones internacionales de conceder acceso humanitario.
Uno de los países más minados del mundo
DiCarlo comunicó que, hasta la fecha, más de 6,3 millones de ucranianos son refugiados, y se calcula que 5,1 millones de personas son desplazados internos.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el retorno voluntario aún no es posible dada la situación de inseguridad.
“Ucrania se ha convertido en uno de los países más minados del mundo”, señaló DiCarlo, añadiendo que la ONU está ayudando a retirar más de medio millón de minas terrestres y piezas de artillería sin explotar, lo que permitirá a cuatro millones de personas regresar a sus hogares.