John Burgers / Aleteia
El cardenal Pierbattista Pizzaballa fija para el próximo martes una jornada de oración, abstinencia y ayuno por la paz en Tierra Santa.
El recién creado cardenal, que también es Patriarca latino de Jerusalén, pide a los cristianos que recen y ayunen por la paz en Tierra Santa. Pierbattista Pizzaballa ha pedido que el martes 17 de octubre «todos celebren una jornada de ayuno, abstinencia y oración».
El cardenal, que acaba de regresar a Jerusalén tras pasar una temporada en Italia, publicó el miércoles una carta en su nombre y en el de otros obispos de Tierra Santa, en respuesta a la escalada bélica entre Israel y Hamás, la organización política islámica que dirige el territorio palestino de Gaza.
El ejército israelí ha asegurado la frontera y las zonas afectadas por la incursión en el suroeste del país. Ha atacado lo que dice que son emplazamientos de Hamás en la Franja de Gaza y se prepara para lanzar una invasión terrestre del territorio, donde viven unos 2 millones de personas. El gobierno israelí ha iniciado un asedio de Gaza, cortando el suministro de agua, electricidad y otros suministros vitales.
«El dolor y la consternación por lo que está ocurriendo son enormes. Una vez más nos encontramos en medio de una crisis política y militar», escribió el cardenal Pizzaballa. «De repente nos hemos visto catapultados a un mar de violencia sin precedentes. El odio, que por desgracia ya experimentamos desde hace demasiado tiempo, aumentará aún más, y la consiguiente espiral de violencia creará más destrucción. Todo parece hablar de muerte».
Pero, dijo el patriarca, para no «permanecer impotentes», es importante rezar, «volver el corazón a Dios Padre».
Solo así podremos sacar la fuerza y la serenidad necesarias para soportar estos duros momentos, dirigiéndonos a Él, en oración e intercesión, para implorar y clamar a Dios en medio de esta angustia».
Como presidente de la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa, lanzó una invitación a «todas las parroquias y comunidades religiosas a una jornada de ayuno y oración por la paz y la reconciliación».
«Pedimos que el martes 17 de octubre todos celebren una jornada de ayuno, abstinencia y oración», escribió. «Organicemos momentos de oración con Adoración Eucarística y con el rezo del Rosario a Nuestra Santísima Virgen María. Aunque probablemente en muchas partes de nuestras diócesis las circunstancias no permitan grandes reuniones, es posible organizar momentos comunes de oración sencillos y sobrios en las parroquias, las comunidades religiosas y las familias».
El patriarca dijo que así es como «todos nos reunimos a pesar de todo, y nos unimos colectivamente en la oración, para entregar a Dios Padre nuestra sed de paz, justicia y reconciliación».