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La ONU tiene todo preparado para entregar artículos de primera necesidad vitales para los más de dos millones de palestinos que se encuentran atrapados en la Franja de Gaza tras la decisión de Israel de dejar ese enclave sin agua, comida ni electricidad en respuesta a un ataque de Hamás.
A menos de un kilómetro de Gaza, palés de alimentos, combustible, agua y medicinas están entre centenares de toneladas de ayuda vital empaquetadas en un largo convoy de camiones estacionado en el lado egipcio del paso fronterizo de Rafah, mientras los conductores esperan la luz verde de Israel para poder llegar a los 2,3 millones de palestinos asediados y atrapados en el fuego cruzado de la guerra.
Mientras el personal humanitario sigue haciéndose eco de los urgentes llamamientos del Secretario General de las Naciones Unidas a Israel para que abra un corredor seguro de entrega de ayuda, Gaza pronto se quedará sin suministros básicos, según las agencias de la ONU sobre el terreno, que dieron la alerta sobre una inminente catástrofe humanitaria sin precedentes.
Poco después del estallido de violencia del 7 de octubre, Israel cerró todas las fronteras con Gaza y, desde entonces, la ONU no ha podido resurtir sus reservas de ayuda vital. A medida que se reducen los suministros en el enclave con el telón de fondo de los bombardeos diarios, las agencias de la ONU, los socios y las naciones se han apresurado a enviar ayuda.
Durante el fin de semana, el aeropuerto internacional egipcio de El Arish, que normalmente sirve a los palestinos que viajan a La Meca, Arabia Saudita, para la peregrinación anual del Hajj, se convirtió en un enjambre de actividad humanitaria.
Cientos de toneladas de productos de primera necesidad, desde alimentos listos para el consumo hasta guantes de látex para cirugías de urgencia, aterrizaron en el aeropuerto, situado a 45 km de la frontera con Gaza, en aviones enviados por organismos de las Naciones Unidas, socios y países como Jordania, Turquía y Arabia Saudita.
Las vitales donaciones se descargaron y transfirieron a camiones con destino a la frontera. Al convoy se sumó la contribución de Egipto, con 100 camiones que transportaban 1000 toneladas de ayuda.
Entre ellas, palés de carpas, mantas y una serie de medicinas suministradas por organismos de las Naciones Unidas.
Además, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) informó de planes para proporcionar a 300.000 personas kits de emergencia con artículos de primera necesidad, mientras que la agencia de la ONU para la salud sexual y reproductiva
UNFPA (por sus siglas en inglés), tenía preparados suministros para promover la higiene de las mujeres, incluidos 3000 kits de dignidad.
Cerca del convoy de ayuda, los medios de comunicación observaron filas de ambulancias y personal sanitario de urgencias esperando para atender a los heridos de Gaza.
Suministros médicos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) envió un avión cargado de suministros médicos para reponer sus reservas previamente posicionadas en Gaza, que han disminuido a niveles peligrosamente bajos. En los últimos días, la agencia sanitaria de la ONU envió dos cargamentos desde su centro logístico de Dubái.
Uno de ellos aterrizó en la ciudad de Beirut en el Líbano, con medicamentos y suministros quirúrgicos y traumatológicos para atender a entre 800 y 1000 heridos, atendiendo las crecientes necesidades a medida que los enfrentamientos a lo largo de la frontera con Israel empeoran.
A esto le siguió la entrega del fin de semana con 78 metros cúbicos de ayuda de emergencia en el aeropuerto de El Arish, suministros suficientes para ayudar a más de 300.000 palestinos. Para asegurar el acceso a través de la zona fronteriza de Rafah, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus se reunió la semana pasada con el presidente egipcio Abdel Fattah El Sisi, quien accedió a su petición.
El envío, listo para su entrega, contiene productos sanitarios básicos junto con suministros de emergencia. Entre ellos hay suficientes medicamentos traumatológicos y suministros sanitarios para tratar a 1200 heridos y a 1500 pacientes que padecen cardiopatías, hipertensión, diabetes y problemas respiratorios, así como «bolsas» de traumatología preparadas para tratar a 235 heridos.