Palestra / Zenit
La tarde del domingo 5 de noviembre, el Papa Francisco recibió una llamada telefónica del presidente de Irán, Ebrahim Raisi. La Sala de Prensa de la Santa Sede se esmeró en subrayar que la llamada se ha tenido a petición del líder iraní.
En una publicación en la web de la presidencia iraní se comenta que el presidente Raisi agradeció al Papa los llamamientos a un alto al fuego en Gaza. De hecho, al finalizar el rezo de la oración mariana del Ángelus de ese mismo 5 de noviembre, el Papa Francisco volvió a poner el acento en este punto:
“Sigo pensando en la grave situación en Palestina y en Israel, donde muchísimas personas han perdido la vida. Os pido que os detengáis, en nombre de Dios: ¡cesad el fuego! Espero que se sigan todas las vías para evitar absolutamente una prolongación del conflicto, que se pueda socorrer a los heridos y que las ayudas lleguen a la población de Gaza, donde la situación humanitaria es gravísima. Que liberen inmediatamente a los rehenes. Entre ellos hay también muchos niños, ¡que vuelvan con sus familias! Sí, pensemos en los niños, en todos los niños involucrados en esta guerra, como también en la de Ucrania y en otros conflictos: así se está matando su futuro. Rezamos para que se tenga la fuerza de decir “basta”.
Esta llamada se inserta en las que el Papa ha tenido previamente con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden; el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan; y también con el palestino, Mahmud Abbas. El 30 de octubre el canciller iraní sostuvo una llamada telefónica con el Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede.
La posición diplomática de la Santa Sede es la solución de dos Estados con fronteras claramente delimitadas y un estatuto especial para Jerusalén.