Palestra / San Luis Potosí
Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Diabetes el 14 de noviembre, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí hace un llamado a la población derechohabiente a que acuda a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para llevar a cabo la revisión de los niveles de glucosa en sangre y se informe sobre riesgos a la salud y señales de alerta de este padecimiento, con el objetivo de adoptar medidas preventivas desde el núcleo familiar.
La endocrinóloga pediatra adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 del Seguro Social, doctora Concepción Valverde Ocaña, señaló que la diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por el incremento de los niveles de glucosa en sangre, es decir, cuando se concentra por arriba de 126 miligramos en ayuno o más de 200 miligramos en cualquier momento del día.
El aumento en el nivel de glucosa en sangre ocasiona alteraciones metabólicas al procesar los carbohidratos, las grasas y las proteínas en las personas menores de edad. Esto repercute en el crecimiento y desarrollo si no se detecta y controla a tiempo.
Indicó que los principales síntomas de la diabetes en niñas y niños son la pérdida de peso, aumento de sed, beber más agua de lo habitual, cansancio, disminución del apetito, aumento en las veces que orinan, incluso hay pacientes que por las noches mojan la cama; también puede haber bajo rendimiento escolar.
La especialista del IMSS precisó que si la diabetes en menores no es controlada a tiempo puede derivar en complicaciones agudas graves y condicionar alteraciones en el crecimiento y desarrollo.
Detalló que existen dos principales tipos de diabetes. Anteriormente era común que en infantes se presentara la diabetes tipo 1, la cual ocasiona que el organismo ya no genere insulina (hormona encargada de controlar los niveles de glucosa en el organismo). Cuando este padecimiento se presenta, se manifiesta súbitamente y origina la pérdida de pesos de forma repentina, así como otros síntomas antes mencionados.
Enfatizó que se debe poner atención al comportamiento de los menores, puesto que si su detección no es oportuna, en cuestión de días, puede derivar en una cetoacidosis diabética, la cual ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente insulina para permitir que la glucosa en la sangre ingrese a las células para convertirse en energía.
Como consecuencia, el hígado descompone grasa para obtener energía, un proceso que produce ácidos llamados cetonas y que puede poner en riesgo la vida del paciente.
En el caso de la diabetes tipo 2, explicó que anteriormente sólo se diagnosticaba en adultos, pero ahora también en niñas y niños, puesto que la obesidad es un factor que incrementa la probabilidad de desarrollarla.
Apuntó que los antecedentes familiares de diabetes incrementan el riesgo de padecerla, por lo que es importante realizar el chequeo regular de la salud de los infantes; acudir con el médico familiar al menos dos veces al año para que realice la revisión clínica que ayuda a detectar este y otros padecimientos.
El control gestacional es una medida de prevención de la diabetes, ya que una mujer que presenta obesidad y desarrolla diabetes gestacional puede condicionar que su bebé nazca con un peso mucho mayor al esperado, lo que favorece el desarrollo obesidad y diabetes tipo 2 a futuro.
Otra acción preventiva es la lactancia materna, pues protege ante múltiples enfermedades, incluyendo la diabetes. Por ello se recomienda que este alimento sea exclusivo por lo menos los primeros seis meses de vida, recalcó la especialista.
Valverde Ocaña invitó a adoptar hábitos saludables en familia, como evitar en los menores de 5 años el consumo de bebidas con azúcares añadidos (gaseosas, jugos industrializados, enlatados); acudir al control del niño sano con el médico familiar, los primeros dos años de vida cada tres meses; a partir de los 2 años cada cuatro meses, y después de los 4 años cada seis meses. En estas visitas se evalúa el crecimiento, aumento en peso y su desarrollo.
Es necesario, además, que niñas y niños a partir de los 4 años desarrollen una actividad física programada, dos o tres veces por semana, ya que ayuda al desarrollo neurológico y a controlar de manera adecuada su crecimiento.
Para finalizar, la médica del IMSS destacó que una alimentación sana y balanceada es el eje principal para la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes, por lo que hizo un llamado a las madres y padres de familia para que los alimentos que se consuman en el hogar se encuentren basados en el Plato del Bien Comer y la Jarra del Buen Beber.