Lun. Nov 25th, 2024

Palestra / San Luis Potosí

El virus sincitial respiratorio (VSR) para personas que están sanas suele ser un malestar similar a un resfriado o gripe común, pero para niñas y niños menores de 5 años de edad y principalmente menores de 6 meses, o personas adultas mayores para quienes tienen alguna comorbilidad, puede volverse un padecimiento grave, e incluso mortal.

El jefe del Departamento de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia de los Servicios de Salud, Omar Medina de la Cruz dijo que el VSR puede infectar los pulmones y causar neumonía, y en los bebés puede impedir la respiración al inflamarse sus vías respiratorias, por lo que se requiere extremar cuidados en la población menor de 5 años de edad, especialmente en bebés de 6 meses o menos, ya que suelen resultar más afectados por esta enfermedad, los factores de riesgo principalmente son en menores de 6 meses, menores con condiciones médicas congénitas como enfermedades cardíacas o pulmonares, por mencionar algunos.

Medina de la Cruz mencionó que la transmisión de este virus ocurre a través de los ojos, boca o nariz, después del contacto con secreciones u objetos que contengan el virus, la ruta más común de transmisión es el contacto directo y puede sobrevivir por horas en manos y objetos resaltando la importancia del adecuado lavado de manos; las manifestaciones clínicas aparecen con más frecuencia entre  cuatro y seis días después de la exposición al virus, y entre los principales síntomas que se presentan son la congestión nasal, tos seca, fiebre, dolor de garganta, estornudos, dolor de cabeza; cuando se extiende al aparato respiratorio inferior, causa bronquiolitis, con síntomas agregados con tos intensa, sibilancias (chiflido de los pulmones), respiración rápida o dificultad al respirar (los músculos y la piel del pecho se jalan hacia adentro cada vez que respira), come mal, cansancio inusual (letargo) e irritabilidad.

Ante la sospecha de una infección respiratoria acuda lo más pronto a la unidad de salud más cercana y se evite la automedicación. Es importante, también prestar especial atención a los signos de alarma de estas infecciones, como lo son: respiración rápida, dificultad para respirar, pus o secreción en el oído, fiebre de difícil control, dificultad para beber, sí el menor se ve más enfermo acuda a urgencias.