Mié. Nov 27th, 2024

Armando Calderón / Palestra

Muy mal quedó la presidenta estatal de Morena, Rita Rodríguez Velázquez, con su llamado a que el partido que representa no se aliara con el del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, el PVEM, en las elecciones del 2 de junio de 2024, donde Claudia Sheinbaum Pardo será elegida como la primera presidenta en la historia de México.

Esto indica que se está manejando por la libre, o que en Morena San Luis no hay un constante diálogo con el equipo de Sheinbaum y menos del presidente Andrés Manuel López Obrador. O lo que es igual: no es lo mismo ser la poderosa titular de la SSPC, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, que «la hermana» de Rosa Icela.

Lo cierto es que, aunque ha estado en política, su trayectoria no le da todavía la fuerza para imponer decisiones a nivel nacional o al menos hacer que se piensen dos veces.

Este domingo, el presidente López Obrador refrendó su apoyo al gobernador Ricardo Gallardo: «Tienen un buen gobernador, no le gusta mucho a los fifís, pero si le gusta al pueblo, con eso es más que suficiente», dijo el mandatario ante el rugido de los presentes en el Centro de Convenciones para escucharlo hablar de los Programas de Bienestar y las porras de «Pollo, Pollo» al gobernador potosino, con una sonrisa de oreja a oreja.

Incómodo momento para el alcalde capitalino, el representante del PRI y el PAN, Enrique Francisco Galindo Ceballos, a quien abucheó el respetable cuando llegó la hora de las presentaciones del presídium. Su lenguaje corporal lo dijo todo: cohibido, inseguro de sí mismo, en medio de morenistas, Gallardo y el presidente López Obrador. Todo el tiempo se la pasó aplaudiendo las palabras presidenciales, ¿se imaginan si lo vieran los iracundos Alito Moreno y Markito Cortés?

Debe darse por satisfecho de que López Obrador, al dejar el templete, tenía que caminar escaleras abajo justo donde estaba sentado Galindo, en la última esquina. Intercambiaron unas cuantas palabras y el tabasqueño se fue, seguido de Gallardo y el propio Galindo.

Fue un buen discurso el de Gallardo, sin abusar del micrófono. Concretamente destacó tres ideas: que él y el Verde, son aliados sin condiciones de Morena y López Obrador; que está en sintonía con los programas sociales y, en lo político-electoral, que hará lo necesario para que Sheinbaum gane en San Luis Potosí la Presidencia.

Cada vez se les nota a ambos más cómodos, AMLO lo apapacha y era obvio que no iba a prosperar la débil intentona de rebeldía de Rita Rodríguez y sus huestes contra Gallardo. ¿Fue la última visita de López Obrador a San Luis Potosí?, tal vez no, porque el presidente, si quiere, fácil puede hacer una gira en todo el país en sólo 15 días o menos. Lo cierto es que ya no regresará antes de las elecciones y quizá su acto final de sexenio en este estado sea la inauguración de la tardadísima carretera Valles-Tamazunchale.

Por lo pronto, Gallardo se apuntó otro triunfo, gracias a que ha sabido ser leal con el presidente y ganarse las simpatías de Sheinbaum.

¿Quién lo iba a creer?