Lun. Nov 25th, 2024

Palestra / Noticias ONU

Las hostilidades en curso en toda la Franja de Gaza fueron «especialmente intensas» en la ciudad meridional de Jan Yunis, advirtieron este lunes los trabajadores humanitarios de la ONU, mientras que la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNWRA) informó de que sus refugios han cuadruplicado su capacidad.

«Simplemente no hay suficiente comida», tuiteó la UNRWA en la plataforma social X, antigua Twitter, con fotografías de otra ciudad algo más al norte, Deir-al-Balah, que mostraban a personas haciendo cola «bajo la lluvia y el frío» para recibir suministros.

En su última actualización de la situación, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó de intensos combates en Jan Yunis, cerca de dos hospitales. Uno de ellos es el centro Nasser, donde muchos pacientes heridos «no tienen opciones de tratamiento en medio de los intensos combates y bombardeos en curso», según la información de Médicos Sin Fronteras. El otro hospital es Al Amal, donde la Media Luna Roja Palestina informó de bombardeos continuos en las inmediaciones.

También hay informes de palestinos que huían hacia el sur, a Rafah, «que ya está superpoblada, a pesar de la falta de un paso seguro», dijo la agencia, al tiempo que señaló que no disminuyen los disparos de cohetes desde Gaza hacia el sur de Israel.

Investigación por colusión 

En medio de las graves acusaciones de que varios miembros del personal actuaron en confabulación con Hamás durante los ataques del 7 de octubre contra Israel, la UNRWA insistió en que haría «todo lo posible» para seguir ayudando a los gazatíes, en su calidad de principal organización de ayuda en el enclave.

El máximo órgano de investigación de la ONU, la Oficina de Servicios de Supervisión Interna, ya ha puesto en marcha una investigación, mientras que el Secretario General, António Guterres, insistió el domingo en que cualquier empleado de la Organización implicado «en actos de terror tendrá que rendir cuentas«.

De los 12 individuos presuntamente implicados, nueve fueron identificados inmediatamente y sus contratos rescindidos. Se confirmó la muerte de un miembro del personal y se están aclarando las identidades de los dos restantes. 

El 17 de enero, el responsable de la UNRWA, Philippe Lazzarini, anunció una revisión independiente de la agencia.

A su vez, António Guterres hizo un llamamiento a los países que suspendieron la financiación a la agencia para que reconsideren sus decisiones, con el fin de garantizar al menos la continuidad de sus operaciones humanitarias.

Se avecina una hambruna

Haciéndose eco de este llamamiento, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó en un post en X este domingo que cortar la financiación a la UNRWA «sólo perjudicará a la población de Gaza«. 

Los gazatíes se enfrentan a la amenaza inminente de hambruna, enfermedades y desplazamientos tras casi cuatro meses de bombardeos israelíes, provocados por ataques dirigidos por Hamás que dejaron unos 1200 muertos y más de 250 personas tomadas como rehenes.

Más de dos millones de personas en el enclave dependen de la agencia para su supervivencia, pero la operación humanitaria «está colapsando», advirtió Lazzarini en X el sábado.

La UNRWA cuenta habitualmente con 13.000 empleados al servicio de las comunidades palestinas de Gaza. En la actualidad, unos 3000 siguen trabajando en una zona de guerra, con la tarea de gestionar refugios para más de un millón de personas y proporcionar alimentos y asistencia sanitaria a los civiles más necesitados desde el inicio del conflicto. 

Hasta la fecha, más de 26.420 personas han muerto en Gaza desde el 7 de octubre, informó la OCHA, citando datos del Ministerio de Sanidad del enclave. Unos 1269 soldados israelíes también han muerto en enfrentamientos, según el ejército israelí.

«La población de Gaza lleva meses soportando horrores y privaciones impensables», declaró este domingo en X el máximo responsable de ayuda humanitaria de emergencia de la ONU, Martin Griffiths.

«Sus necesidades nunca han sido mayores, y nuestra capacidad humanitaria para ayudarles nunca ha estado tan amenazada. Tenemos que emplearnos a fondo para dar a la población de Gaza un momento de esperanza».