Mar. Nov 26th, 2024

Palestra / Noticias ONU

En una sesión en el Consejo de Seguridad este martes, las agencias humanitarias de la ONU informaron que toda la población de la Franja de Gaza pasa hambre en distinto grado.

El director general adjunto de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señaló que unos 2,2 millones de personas, se encuentra en situación de crisis alimentaria o peor (fase 3 o superior de la clasificación del hambre*), “el porcentaje más alto de personas que sufren este tipo de inseguridad alimentaria aguda” que esa ha clasificación “ha registrado jamás”.

Maurizio Martina añadió que estiman que alrededor del 50% de la población se encuentra en situación de emergencia (fase 4) y, al menos, uno de cada cuatro hogares está en condiciones catastróficas o similares a la hambruna (fase 5).

Martina señaló que las graves restricciones en los envíos de combustible están paralizando el funcionamiento de las infraestructuras hídricas y las plantas desalinizadoras, la producción y entrega de productos alimentarios básicos y el suministro de electricidad.

El director adjunto no solo destacó que persiste la escasez de agua potable. Según los informes, alrededor del 97% del agua subterránea de Gaza no es apta para el consumo humano.

Por otra parte, la capacidad de las panaderías para producir pan se ha visto gravemente obstaculizada. Además, la producción de alimentos de Gaza permitía la autosuficiencia en la mayoría de frutas y verduras, pero el conflicto ha perturbado gravemente esta situación, explicó.

Martina añadió que, a 15 de febrero de 2024, el 46,2% de todas las tierras de cultivo estaban dañadas y estiman que, a finales del mes pasado, todas las aves de corral de engorde habían sido sacrificadas o muerto por falta de agua y forraje.

Por su parte, Ramesh Rajasingham, funcionario de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) dijo que uno de cada seis niños menores de dos años en el norte de Gaza sufre desnutrición aguda y emaciación

El director de Coordinación de la agencia detalló cómo las operaciones militares, la inseguridad y las amplias restricciones a la entrada y entrega de bienes esenciales han diezmado la producción de alimentos y la agricultura.

En este sentido, los expertos en seguridad alimentaria advierten de un colapso agrícola total en el norte de Gaza para mayo si persisten las condiciones actuales, con campos y activos productivos destruidos o inaccesibles, y personas que han tenido que abandonar las tierras de cultivo productivas debido a las órdenes de evacuación.

Además, los graves daños sufridos por la infraestructura hídrica a causa de los combates y el corte del suministro eléctrico y de combustible en octubre han afectado considerablemente al acceso al agua, esencial para la producción de alimentos y la prevención de la desnutrición y las enfermedades, señaló Rajasingham.

El director destacó el declive de la pesca, ya que se prohibió el acceso al mar a las embarcaciones tras el 7 de octubre, así como la muerte del ganado a causa de la falta de forraje y agua y los combates. El sector comercial también se ha visto paralizado.

Escasez de agua y saneamiento, suministros y financiación

Además de la falta de disponibilidad de alimentos, el funcionario se refirió a la insuficiencia de agua, saneamiento y servicios sanitarios como factores agravantes, ya que las personas desnutridas se vuelven más susceptibles a enfermedades “que agotan aún más las reservas nutricionales del organismo”.

La entrega de ayuda humanitaria continúa viéndose perjudicada por el cierre de pasos fronterizos, graves restricciones a la circulación, denegaciones de acceso y alteración del orden público, entre otros factores. 

Según el director, la suspensión de la financiación a la UNRWA está mermando su capacidad para organizar una respuesta eficaz.

La hambruna es inminente en el norte de Gaza

El director ejecutivo adjunto del Programa Mundial de Alimentos (PMA) señaló que es necesaria una acción inmediata para permitir un aumento del volumen de alimentos y otros suministros humanitarios que llegan al norte de Gaza, reiterando que la agencia había decidido suspender sus operaciones en esa zona del enclave por falta de seguridad. 

“Si nada cambia, la hambruna es inminente en el norte de Gaza”, dijo Carl Skau, añadiendo que “todos debemos cumplir con nuestras responsabilidades para garantizar que no ocurra bajo nuestra nuestra vigilancia”.

Skau explicó que, en el sur de Gaza, el PMA y sus socios están sobre el terreno, entregando alimentos a medida que llegan a los refugios, a los campamentos improvisados y a las tiendas. Sin embargo, no pueden proporcionar alimentos de forma regular o suficiente a las personas que lo necesitan. 

“La mayor parte de los alimentos se distribuyen en Rafah, el centro de las actuales operaciones del PMA en Gaza, y muy pocos de ellos se distribuyen en los campamentos, y muy poca ayuda llega a la gente a otros lugares”, añadió.

Las agencias presentaron una Nota Blanca al Consejo con recomendaciones para evitar la hambruna en el enclave:

  • garantizar el respeto del derecho internacional humanitario
  • reanudar entrada de alimentos esenciales, electricidad, combustible y gas de cocina, incluso por parte del sector privado
  • proteger y restaurar infraestructuras y servicios vitales, incluidas las conducciones de agua transfronterizas, el levantamiento de las restricciones a la actividad pesquera, el acceso a las tierras de cultivo y la entrada de productos agrícolas
  • facilitar urgentemente un mayor acceso humanitario a Gaza y dentro de ella, incluida la apertura de pasos fronterizos adicionales 
  • concertar esfuerzos para poner fin a este conflicto por completo

La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases es un conjunto de herramientas y procedimientos que permiten clasificar la gravedad de la inseguridad alimentaria con el fin de apoyar la toma de decisiones. Ésta clasifica las áreas afectadas por la inseguridad alimentaria aguda en cinco fases: mínima, acentuada, crisis, emergencia y hambruna.