Palestra / San Luis Potosí
En un contexto donde la eficiencia en el uso de los recursos se ha vuelto una prioridad, directores de diversas entidades académicas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) coincidieron en forma positiva sobre las políticas de austeridad implementadas en la institución, que han sido impulsadas por el rector doctor Alejandro Javier Zermeño Guerra y avaladas por el Consejo Directivo Universitario; pues han sido recibidas con apertura y han generado transformaciones notables en la manera en que se distribuyen los recursos.
Ricardo Martínez Rider, director de la Facultad de Estomatología, destacó que la austeridad no debe ser vista únicamente como una restricción presupuestaria, sino más bien como una oportunidad para promover la eficiencia y la creatividad en el manejo de los recursos disponibles. A través de estrategias como la consolidación de compras y la búsqueda de proveedores más accesibles, se han logrado importantes ahorros sin sacrificar la calidad de los servicios. Además, se han identificado y eliminado gastos superfluos, como el exceso de consumo de papel, promoviendo prácticas sostenibles y responsables.
En el mismo tenor, el maestro Oscar Fernández Pérez-Tejada, director de la Coordinación Académica Región Huasteca Sur (CARHS), resaltó la importancia de la austeridad como un marco regulatorio que impulsa la creatividad y la búsqueda de recursos alternativos. En un esfuerzo por sortear posibles limitaciones presupuestarias, se han establecido alianzas estratégicas con empresarios locales y entidades gubernamentales, permitiendo la realización de actividades y adquisiciones que de otro modo no serían posibles. Esta capacidad de adaptación y búsqueda de soluciones innovadoras ha fortalecido la autonomía de la región y ha permitido mantener un nivel óptimo de operatividad, apuntó.
Por su parte, la maestra Hilda Lorena Borjas García, directora de la Facultad de Contaduría y Administración, destacó cómo la austeridad no sólo ha permitido una mejor gestión financiera, sino que también ha fomentado una cultura institucional más consciente y comprometida con la sustentabilidad ambiental. A través de la implementación de prácticas ecoamigables, como el reciclaje y la reducción de desperdicios, se ha logrado un impacto positivo tanto en el entorno universitario como en la formación de los estudiantes.