Armando César Calderón V. / Palestra
El primero de mayo es el Día Internacional del Trabajador, en conmemoración de la sangrienta represión que sufrieran los obreros de la fábrica McCormick, durante varios días de abril y mayo de 1886, en la ciudad de Chicago. Pues, en esas épocas, la jornada del trabajador estadounidense podía extenderse hasta 18 horas.
Las calles en San Luis Potosí amanecieron sin vehículos desde el Museo del Ferrocarril hasta Carranza, pero llenas de trabajadores y diversos sindicatos exigiendo que se hagan valar sus derechos laborales, entre frases cómo «trabajadores unidos jamás serán vencidos» o «uno somos todos y todos somos uno», miles de personas expresaron su sentir en el Centro Histórico de la capital del estado, concentrados frente al Palacio Municipal en Plaza de Armas y Plaza Fundadores.
Unas peticiones eran: exigir respeto al trabajo y a la libertad sindical, respeto a los derechos humanos de los trabajadores, alto a la prepotencia y abuso de autoridad de funcionarios del gobierno del estado, orden en la administración, que cese el hostigamiento a trabajadores sindicalizados, entre muchas más.
Algunos de los sindicatos presentes:
- FSM (Federación Sindical Mundial)
- LSOM (Liga Sindical Obrera Mexicana)
- SADGTE (Sindicato Autónomo Democrático de Trabajadores de Gobierno del Estado)
- SITTGE (Sindicato Independiente de Trabajadores y Trabajadoras de Gobierno del Estado)
- SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación)
- SNTGTM (Sindicato Nacional de Trabajadores de General Tire de México)
- SUSTGE (Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado)