Palestra / San Luis Potosí
Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión, con la finalidad de promover la concienciación y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial, condición que constituye el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares.
La Dra. Teresa Acosta Gutiérrez, Responsable de las Unidades de Especialidades Médicas de Enfermedades Crónicas (UNEMES EC) de los Servicios de Salud en el Estado puntualizó que la hipertensión arterial es una enfermedad crónica en la que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos. Cada vez que el corazón late, bombea sangre a los vasos, que llevan la sangre a todas las partes del cuerpo. La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanta más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.
En los Servicios de Salud se atienden poco más de 13 mil pacientes, de los cuales el 72.7% corresponden al sexo femenino, y al ser parte principal de mortalidad dentro de las enfermedades cardiovasculares es de suma importancia hacer conciencia mediante revisiones frecuentes por profesionales de la salud ubicados en las diferentes zonas del estado, así como el autocuidado para reducir y/o controlar sus complicaciones. Se estima que en México más de 30 millones de personas viven con hipertensión arterial; es decir, una de cada cuatro tiene este padecimiento, y 46 por ciento lo desconoce.
En etapas iniciales, la persona carece de sintomatología; por ello es tan alto el porcentaje de quienes desconocen que la padecen. Conforme avanza, los síntomas más comunes son el dolor de cabeza, zumbido en el oído, sensación de ver luces, náuseas, vómito, sangrado nasal recurrente e incluso palpitaciones. En la fase aguda también puede provocar cansancio, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares.
Otros factores de riesgo para desarrollar hipertensión arterial son, la falta de actividad física, el consumo excesivo de sal y alcohol, la ingesta insuficiente de potasio, tabaquismo, estrés, antecedentes familiares de hipertensión o tener más de 60 años de edad. Todos los adultos deben medirse su tensión arterial periódicamente, ya que es importante conocer los valores, además de adoptar medidas para minimizar las probabilidades de padecer hipertensión y sus consecuencias adversas.