Palestra / Noticias ONU
Más de 40 personas han muerto este martes en Gaza, 16 de ellas en la ciudad de Rafah, tras otra noche de intensos bombardeos israelíes. Según informaciones de prensa, los tanques israelíes han seguido avanzando al centro de Gaza a pesar de la orden de la Corte internacional de Justicia.
El Ministerio de Sanidad gazatí informó de la muerte en las últimas horas de 46 personas y de más de un centenar de heridos.
Según informaciones de prensa, hubo intensos bombardeos en el barrio de Tal al Sultan, supuesta zona segura en el noroeste de Rafah donde se refugian cientos de desplazados y en la que este lunes murieron al menos 45 gazatíes por un ataque israelí que provocó un incendio.
Las más de 100 personas que resultaron heridas en ese ataque han inundado los escasos hospitales de la zona.
“Cuando se produjo el ataque, estaba pensando en mis hijos. Pensaba en que les había prometido comprarles cosas hoy. Les prometí ir al supermercado a hacer la compra y abrazarlos. Pero, por desgracia, yo estoy aquí y ellos están en otro lugar”, cuenta Mohammad Al Ghouf, uno de los heridos.
“Vi el cuerpo de un padre que tenía en brazos a su hijo, de unos tres años. Estaban quemados y carbonizados. No pudimos separarlos. Así que tuvimos que ponerlos en la misma bolsa para cadáveres. Fue muy, muy duro”, cuenta Javed Ali, director médico del Cuerpo Médico Internacional.
El cierre de la frontera de Rafah, la falta de combustible y de ayuda, y los frecuentes retrasos y denegaciones de las misiones han ahogado la capacidad de apoyo al sistema sanitario cuando más se necesita.
“Es una lucha enorme para todos los equipos médicos satisfacer las necesidades. Y esta es una de las cosas más difíciles para un médico o un enfermero. Sabes que quieres ayudar, pero no tienes lo que hace falta, y estás viendo cómo personas que no deberían morir, mueren delante de ti porque simplemente careces de las herramientas, las habilidades o los suministros para hacer lo que hay que hacer”, dijo Margaret Harris, la portavoz de la OMS.
Alrededor de un millón de gazatíes han huido de Rafah, desde principios de mayo, según las estimaciones de UNRWA, que denuncia que no hay ningún lugar seguro en la Franja.