Michel Olguín Lacunza / UNAM
El río Sena siempre ha estado contaminado, aunque esto se acentuó desde el siglo XIX. En el año 1900 se utilizó para los Juegos Olímpicos. De hecho, hay fotografías de pruebas de natación. Sin embargo, desde hace 100 años se prohibió que la gente nadara en él, explicó Alejandra Fonseca Salazar de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad.
Desde el 2016 se inició un proceso de rehabilitación y se espera que para estos próximos Juegos Olímpicos en Francia, quede listo para los deportes de natación en aguas abiertas y para el triatlón.
El caudal de este río tiene una longitud aproximada de 777 km, nace desde las cercanías de la ciudad de Dijon, recorre cuatro regiones francesas —Borgoña-Franco Condado, Gran Este, Isla de Francia y Normandía— y catorce departamentos —Côte-d’Or, Aube, Marne, Seine-et-Marne, Essonne, Val-de-Marne, París, Hauts-de-Seine, Seine-Saint-Denis, Val-d’Oise, Yvelines, Eure, Sena Marítimo y Calvados—, de los que cuatro llevan su nombre.
La urbanización y la contaminación
La urbanización alrededor del río Sena trajo el desagüe de las grandes industrias y de las casas, y con esto el inicio de su contaminación. Además, por ser un área navegable, los barcos tienen sus efectos negativos.
Actualmente está contaminado por diversas bacterias, entre las que destaca la Escherichia coli. Si alguien se metiera a nadar a este sitio podría ingerir el agua y contraer diversas enfermedades, desde una infección en el estómago hasta una afección en la piel, incluso podría surgir un padecimiento en el sistema respiratorio.
“Hay tantos contaminantes industriales y bacterias provenientes del agua residual, que la gama de bacterias es muy grande”, advirtió la investigadora universitaria.
¿Es posible descontaminarlo?
De acuerdo con Alejandra Fonseca Salazar, sí es posible descontaminar el río. De hecho, el gobierno de Francia ha invertido una gran cantidad de dinero y ha negociado con las industrias y los barcos para que regulen sus actividades y no contaminen más.
Sin embargo, existen cuestiones que no se pueden controlar como es la temporalidad. Por ejemplo, con las lluvias se diluyen los contaminantes, pero también se remueven ciertos sedimentos.
A un mes de comenzar las Olimpiadas, los niveles de contaminación siguen altos. “Esperemos que lo logren a través de todos los esfuerzos que han llevado a cabo”, enfatizó la académica universitaria.
Recomendación
Los Juegos Olímpicos no solo tienen actividades deportivas sino de esparcimiento, y esto genera grandes concentraciones de personas, y en consecuencia, se generará un impacto ambiental que nunca es positivo.
En estos casos de aglomeraciones, como será en el río Sena, es importante llevar un bote de agua para no comprar PET y después desecharlo, porque todos los residuos terminan en los cuerpos de agua, recomendó la académica.