Palestra / La Ratonera
Por lo que dice el alcalde Enrique Galindo, en este momento Villa de Pozos es tierra de nadie o una especie de paraíso donde puede cometerse cualquier acto ilegal sin que haya consecuencias para nadie.
Declaró que, entre otras acciones, «no hay autoridad legal» para imponer sanciones. Digamos que a usted se le ocurre vender bebidas alcohólicas aunque no tenga licencia para este giro, pues para Galindo no hay nada qué hacer al respecto, usted puede violar flagrantemente la ley, ganar un dinerito extra y todos felices.
Al menos, es lo que deja entrever el edil capitalino, quien sigue hablando a toro pasado del desastre administrativo en que se ha convertido en municipio 59, que ni tiene presidente municipal constitucional ni tampoco elige a su sustituto, en este caso, mediante la figura del Concejo Municipal.
El Congreso del Estado debería estar metido en esto al 100% y dar una pronta solución, porque de aquí al 1 de octubre en que tome posesión el Concejo, podrían ocurrir muchas cosas con consecuencias insospechables.
Muy guardadita se tenía el gobernador Ricardo Gallardo la noticia de la entrega de 150 patrullas a los municipios. Se trataría, por lo tanto, de una inversión millonaria para la paz en San Luis Potosí.
La SSPC soltó la especie y el Gobierno del Estado la ratificó, por lo que pronto veremos circular en las calles vehículos de vigilancia que tanta falta hacen para combatir a la delincuencia.
Quizá urge una cumbre de seguridad en la entidad, donde el mandatario potosino conmine a los salientes y entrantes alcaldes a aportar ese 20 por ciento del presupuesto para seguridad pública del que tanto ha hablado del secretario de la SSPC y ex fiscal, José Luis Ruiz Contreras.
Lo que no queda claro, es por qué 20% y no 10% o 30%. En qué se basa para dar tal porcentaje, para qué se utilizaría y de qué serviría. El cuestionamiento es oportuno, porque ya viene la presentación de las Leyes de Egresos 2025 y el rubro de la seguridad ciudadana es prioridad por el bien de las familias, pero también de las inversiones y la economía en general, entre otros alcances.
Los pronósticos del tiempo indican que, al menos por el momento, ya pasó lo peor de las lluvias para San Luis Potosí.
Sin embargo, llaman la atención los informes de la Conagua en el sentido de que las presas San José y El Realito, que tienen un impacto directo entre la población de la metrópoli, sobre todo la capital, están a reventar y no parece haber un plan preciso para distribuir el agua a las familias que siguen recibiendo el servicio a través de pipas.
Mientras San José continúa desperdiciando millones de litros, del Realito ni siquiera se sabe qué está ocurriendo y tal parece que el empuje del gobernador Ricardo Gallardo terminó por desinflarse en este tema, ya que no hay noticias sobre el entubado, ni nada relacionado con Aquos El Realito, empresa que se sigue hinchando de billetes a costa de los potosinos.
En todo caso y sólo por eso, la CEA debería estar reprobada en el Semáforo Gubernamental, ya que no ha podido con este paquete… que ya se le hizo agua.