Palestra / La Ratonera
La inacción del alcalde Enrique Galindo en la crisis de días pasados en la carretera 57, donde hubo enfrentamientos violentos entre taxistas y conductores de Uber, y abusos graves de guardias civiles contra una persona -que siguen impunes-, es sintomático de lo que puede ocurrir en los próximos tres años.
De aquí a las elecciones de 2027, cuando se volverá a disputar la gubernatura para el periodo 2027-2031, Galindo no hará nada escandaloso en materia de seguridad pública, aunque se lo reclame el gobernador Ricardo Gallardo, a quien piensa sustituir en el cargo.
Está claro que el titular de la SSPC capitalina, Juan Antonio Villa, no va a mover un dedo sin autorización del edil en casos como el ocurrido, porque estará mucho de por medio, sobre todo que la situación se salga de control y eso afecte sus intenciones políticas.
Recordemos que al inicio de su trienio, Galindo enfrentó una situación difícil, con la muerte de un par de hampones en enfrentamiento directo con sus policías allá por Tequis y a partir de ahí se replegó. Básicamente aplicó la estrategia de la 4T, «abrazos, no balazos», porque el priista no quiere abonar más a su negro historial policiaco con masacres como en Tanhuato, Michoacán y Nochixtlán, Oaxaca, por los cuales no ha pisado la cárcel y duerme como un bebé, con la conciencia muuuy tranquila.
Ya que a ningún político le interesa hacer «obras que no se ven», o sea, las de agua y drenaje, el gobernador Ricardo Gallardo, los 58 alcaldes y el próximo Concejo Municipal de Villa de Pozos, deberán arrastrar el lápiz para determinar qué acciones de este tipo le pedirán a la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Y es que durante dos días consecutivos, durante sus conferencias de prensa al término de su reunión con los gobernadores, Sheinbaum ha referido que usará un programa de la Secretaría de Bienestar a cargo de Ariadna Montiel, el FAIS (Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social) para llevar a cabo tareas de agua potable, alcantarillado, saneamiento y todo lo relacionado con dotación digna del vital líquido a la población más vulnerable de todo el país.
Sheinbaum dijo que tendrá una bolsa de 110 mil millones de pesos para obras de agua en 2025 y que, de ser necesario, los gobiernos estatales y los municipales, también tendrán que entrarle con su cuerno para completar los recursos y, de una vez por todas, avanzar en este sentido reclamo social.
Sin duda, una iniciativa muy interesante, ya que hasta donde se sabe, el FAIS se usa para microobras que se destinan a diversos rubros en poblaciones marginadas, pero en esta ocasión, la idea es destinar todo el recurso público a garantizar agua potable a quienes no la tienen y en San Luis Potosí no estamos tan bien que digamos en ese aspecto.
Tal parece que la secretaria de Comunicaciones y Transportes, Araceli Martínez, deberá prender sus veladoras para evitar que el gobernador Ricardo Gallardo la cese del cargo, luego que su operativo contra los conductores de Uber se salió de control.
La propia funcionaria aceptó que «los taxistas» se metieron de «manera indebida» y todo terminó de forma violenta, a tal grado, que el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador habló del tema en su conferencia mañanera y pidió la intervención de Luisa María Alcalde de la Segob, una orden de la cual ya no se tienen noticias, es decir, si se cumplió.
El caso es que Martínez, quien sustituyó en la SCT al morenista Leonel Serrato, fue colocada en esa cartera por el mandatario potosino luego de su paso por la secretaría general de su partido, el PVEM, pero sin ninguna experiencia en el complicado rubro del transporte público. Su carrera ha sido política y se desempeñó en la Dirección de Ecología capitalina hace más de una década, pero nada más.
Quién sabe qué criterio tomó Gallardo para colocarla en ese puesto clave y de gobernabilidad urbana, pero quizá debería pedirle asesoría a su nuevo hombre fuerte en el Congreso del Estado, Héctor Serrano, quien de transporte y escándalos sabe mucho, porque ocupó esa secretaría en la CDMX. Una manita en este delicado momento no estaría de más.
