Palestra / San Luis Potosí
Y ahora, ¿quién podrá defenderlo? Porque Alejandro Moreno, mejor conocido como Alito en los bajos mundos de la política mexicana, no dejó pasar ni 24 horas de su reelección para hacerle ver su suerte a Manlio Fabio Beltrones, uno de los priistas de mayor fama y sacarlo de la bancada del Senado.
Ahora sí que Alito Moreno no se anduvo sólo con amenazas, sino que las está cumpliendo, y va contra aquellos tricolores que osaron criticar su liderazgo en el cascarón que queda del partido.
Sin duda, el alcalde Enrique Galindo verá la manera de quedar bien con Alito, al fin que barbear casi no se le da, porque no le conviene quedar tan pronto fuera del PRI. No al menos hasta que amarre el poder en el PAN, donde podría llegar por asalto, porque en el PVEM sería un subordinado oficial del gobernador Ricardo Gallardo y en Morena es más fácil que logre un puesto en la tómbola a que lo acepten.
A ver qué dice ahora en cuanto a que «no estoy de acuerdo con la reelección de Alito», suponemos que su «amiga» Sara Rocha, la presidenta del PRI en San Luis Potosí, no se quedará con las ganas de enviar a Moreno la lista de sus adversarios y, claro está, Galindo estará en el number one, en letras negritas y marcadas con amarillo, nomás para que se note.
Por cierto, se acerca el tiempo para que el alcalde Enrique Galindo le entregue los cinco puestos que le debe al PRI para su trienio 2024-2027.
Recordemos que Sara Rocha dijo que ese fue el acuerdo y, ahora con Alito Moreno de su lado, el edil va a tener que doblar las manos. Y no sólo eso, sino deberá tragarse su orgullo, puesto que la ex diputada también aspira a la reelección en el PRI estatal, nada más porque votó a favor de ese cambio en los Estatutos.
De darse así las cosas, sería una doble derrota para quien se considera el jefazo del tricolor, ante la ausencia del ex gobernador Juan Manuel Carreras López y otras figuras políticas que le cedieron el paso.
Hay que estar bien atentos, porque «Galindo le debe su candidatura a Alito Moreno», dijo Rocha cuando se pelearon -oootra vez- hace unas cuantas semanas.
Hablando de cargos y aunque estamos todavía algo lejos de 2027, cuando termine su sexenio, hay quienes empezaron a correr apuestas sobre qué cartera le podría tocar al gobernador Ricardo Gallardo en el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Y es que la virtual presidenta electa, que será electa a partir de este jueves cuando el TEPJF le entregue su constancia de mayoría, anunció ayer que «todos» los gobernadores de la 4T que dejen sus cargos en estos meses, se sumarán a su gobierno. Y si es el caso, aunque Gallardo no es de Morena, sí del PVEM, aliado de la nueva aplanadora político-electoral.
Si Gallardo aspira a llegar a las grandes ligas, y ser un posible candidato a la presidencia en seis años, no puede descartar ninguna posibilidad.
Por lo pronto, ya tiene las puertas abiertas para algunas chambas: ser quien anuncie a los artistas de los conciertos en el Zócalo y lograr llenos cada vez más espectaculares; el verdugo de los despidos que tanta falta hacen en la 4T o mejor aún, el hombre que trace las políticas de todo gratis para el pueblo.