Palestra / La Ratonera
El gobernador Ricardo Gallardo y nuestro propio pueblo se debe sentir muy satisfecho, porque la presidenta Claudia Sheinbaum, al enlistar sus 100 compromisos del sexenio que desde ayer inició al frente del Gobierno de México, mencionó en diversas ocasiones a San Luis Potosí.
El estado está en el foco de atención de la primera mujer que encabeza el país, con obras realmente importantes.
Recordemos que el expresidente Andrés Manuel López Obrador lo más que llegó a hacer fue terminar la carretera Valles-Tamazunchale que inició Enrique Peña Nieto y dejó inconclusas varias promesas, como el aeropuerto huasteco, que servirá para fortalecer la economía turística y de negocios en el estado.
Ayer, Sheinbaum se comprometió a realizar ese aeropuerto, además de mejoras carreteras, el tren de pasajeros que cruzará por la entidad y otras acciones. Al menos en promesas, ya rebasó al fundador de la Cuarta Transformación.
La otra presidenta, pero de Morena, Luisa María Alcalde Luján, empezó pisando fuerte y anunció tareas a oootra presidenta, su homóloga en San Luis Potosí, Rita Rodríguez Velázquez, para que el partido siga avanzando en sus propósitos políticos.
Entrevistada ayer a las afueras de Palacio Nacional, la exsecretaria de Gobernación declaró que realizará una gira por todo el país para dar a conocer la renovación de los comités, por lo que estará por tierras tuneras, donde el triunfo estatal se les ha negado, pese a la popularidad de López Obrador que se topó con la del propio Gallardo.
Además, pidió que se escuche a la militancia y no se abandone al pueblo, por lo que todos los alcaldes morenistas en el estado tendrán que firmar un decálogo que, entre otros alcances, consiste en nunca mentir, robar ni traicionar a la gente que los eligió en el cargo que recién ayer estrenaron.
A Morena le urge posicionarse, ya que como observó Alcalde, las elecciones de 2027 han iniciado y la gubernatura será su hueso más duro de roer, porque si bien el Verde de Gallardo es aliado del ahora llamado segundo piso de la 4T, básicamente tiene un control del poder como en Chihuahua o Guanajuato, estados panistas que se han resistido a los encantos del lopezobradorismo y veremos si también del claudismo.
La potosina Rosa Icela Rodríguez amaneció ayer, día en que Claudia Sheinbaum asumió el poder, como la segunda al mando del país, algo que es para celebrarse.
Una larga trayectoria periodística la llevó a conocer a López Obrador y, tras congeniar con el tabasqueño, convertirse en servidora pública desde hace muchos años.
Hoy está encumbrada como secretaria de Gobernación, la poderosa cartera que maneja la política interna del país y que sólo personas de máxima confianza, detentan por encargo de los presidentes.
Sí, es tiempo de mujeres y falta ver si sigue la línea de Sheinbaum, en el sentido de que al llegar ella a Palacio Nacional, «llegamos todas». ¿También llegarán las potosinas con Rosa Icela al Palacio de Cobián?, es pregunta que no tiene intenciones machistas.