Héctor U Tello B. / Palestra
¿Qué tienen en común Barttlet, el niño verde, Ruvalcaba, Eruviel Ávila, Lavalle, Yunes, Gallardo y los cientos de nuevos integrantes de la «nueva izquierda» de Morena?
Tienen en común el interés por el poder sin cortapisas, principios ni ética, ya que les garantiza el beneficio económico personal, a costa del interés y beneficio general del pueblo.
Al pueblo lo siguen viendo como una herramienta que puede seguir siendo usada para sus más oscuros propósitos.
También saben que el poder político les garantiza inmunidad temporal, ya vendrá en 3 años otra forma de obtener inmunidad, no importa el color en que ésta venga, y ésa buscarán volver a acomodarse.
Lo último, verdaderamente ignominoso, es ver a la patética gobernadora Layda Sansores tomando protesta a su nuevo secretario de Desarrollo Económico Jorge Lavalle Maury.
No le importó el mensaje que le envió Claudia desde su atril mañanero: «yo no lo haría, no lo contrataría.»
Un poco de historia:
Jorge Lavalle estuvo preso un año y medio por el caso de los sobornos de Odebrech, en el que miembros del PAN recibieron 14 millones pesos por avalar la reforma energética de Peña.
Y más:
Ese dinero llegó a través del despacho de otro ínclito Calderonista (Gil Zuarth) quien se ha propuesto para ser Ministro de la Corte.
Y sigue la historia:
Los 14 millones llegaron a través del Gobierno de Tamaulipas de ¿quién creen?, si, de Cabeza de Vaca, gobernador narco.
Por principio, una persona con antecedentes penales no debe ocupar cargos públicos.
En fin.
Hay que revisar lo que dicen los verdaderos fundadores de Morena como Taibo, Ángel Balderas, Fisgón y más.
Morena está cavando su tumba. Ese plan de acción se llama:
«Ganar el poder, no importa que se pierda el partido».