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La Asamblea Nacional de Corea del Sur, controlada por la oposición, votó el viernes a favor de destituir al presidente interino Han Duck-soo pese a las vehementes protestas de los legisladores del partido gobernante, profundizando aún más la crisis política del país desencadenada por la sorprendente imposición de la ley marcial por parte del presidente Yoon Suk Yeol y el consiguiente juicio político.
El impeachment de Han significa que quedará despojado de los poderes y deberes del presidente hasta que el Tribunal Constitucional decida si lo destituye o lo restituye. El tribunal ya está analizando si confirma el impeachment previo de Yoon. Los impeachments de los dos principales funcionarios del país han empeorado la agitación política, profundizado las incertidumbres económicas y dañado su imagen internacional.
La Asamblea Nacional unicameral aprobó la moción de destitución de Han con una votación de 192 a 0. Los legisladores del gobernante Partido del Poder Popular boicotearon la votación y rodearon el podio donde estaba sentado el presidente de la asamblea, Woo Won Shik, gritando que la votación era «inválida» y exigiendo la renuncia de Woo. No se reportaron violencia ni heridos.
Los legisladores del PPP protestaron después de que Woo pidiera una votación sobre la moción de destitución de Han después de anunciar que su aprobación requería una mayoría simple en la asamblea de 300 miembros, no una mayoría de dos tercios como afirmaba el PPP. La mayoría de los funcionarios surcoreanos pueden ser destituidos por la Asamblea Nacional con una mayoría simple de votos, pero la destitución de un presidente necesita el apoyo de dos tercios. No existen leyes específicas sobre la destitución de un presidente en funciones.