Palestra / La Ratonera
De las campañas que hace el Gobierno de San Luis Potosí para promover sus acciones ejecutivas entre la población, la que más llama la atención, por su incongruencia, es la denominada «Bacheo Verde»… que se refiere a tapar los hoyos que pululan en las carreteras estatales con materiales meramente contaminantes.
Es decir, en esos casos no hay de otra, pero llegar al grado de llamarle «verde» a algo que es totalmente lo contrario, ya es un exceso.
En el edificio estatal están como el ya desinflado programa «Vialidades Potosinas» del alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos, cuyo propósito es llenar de más cemento a las calles sin considerar en ningún momento acompañar esta actividad con un agresivo programa de reforestación.
Y la principal prueba de a que Galindo le vale «queso» el medioambiente está en el parque de Morales, donde luego de casi un año que el gobernador Ricardo Gallardo Cardona anunció su rescate, apenas recibió los permisos respectivos del lento edil.
El que sigue «verde» es el impuesto ecológico que de tantas posposiciones ya está más que contaminado en San Luis Potosí.
Recordemos que este tributo innovador -que también aplican otras entidades del país- tiene el propósito de que las empresas que ensucian el medioambiente, procuren aplicar tecnologías más limpias, pero hasta el momento, el gobierno de Gallardo se ha mostrado demasiado permisivo con aplicar la ley.
Tanto las autoridades estatales como los empresarios, tienen un año negociando en lo oscurito y mientras tanto, sigue a todo lo que da la emisión de gases contaminantes a la atmósfera, sin que haya reparación económica del daño.
La que ha salido a dar la cara en este polémico asunto es la secretaria de Finanzas, Ariana García Vidal, aunque la responsabilidad también recae en el titular de Gobierno. J. Guadalupe Torres Sánchez y la flamante titular de la Segam, Sonia Mendoza Díaz, quienes prefieren no tiznarse.
El que sigue necio de que lo expulsaron «mal» del PRI, es el alcalde Enrique Galindo, quien ya perdió el primer capítulo de su impugnación ante el Tribunal Estatal Electoral.
Recordemos que Galindo, hipócritamente, recibía con bombo y platillo a su ex líder nacional Alejandro Moreno Cárdenas, cuando visitaba la entidad potosina, pero cuando a «Alito» se le ocurrió reelegirse, ya no le gustó.
El campechano cumplió sus amenazas de sacar del partido a los priistas que se opusieran y lo dijeran públicamente. Hay que decir que sí es medio dictatorial el político tricolor.
El caso es que Galindo quiere «demostrar» que lo echaron de forma ilegal del otrora partidazo para mantener oxígeno político, porque si bien todavía no es momento de definiciones electorales para renovar la gubernatura en 2027, en este momento sólo tiene al perdedor PAN como opción, mientras el Verde se hace cada vez más fuerte e igual Morena, que ha tenido la ocurrencia de rodearse de lo peorcito de la política a nivel estatal y nacional, así que igual se le hace al alcalde competir por esa vía.
