Héctor U Tello B. / Palestra
Siempre lo ha sido claro. Desde tiempos inmemoriales los ultra conservadores han tenido las riendas de la religión.
La religión (por si misma) está hecha por ultras, ortodoxos, mega conservadores.
La llegada de Bergoglio (Francisco) no les gustó nada. Un Papa que eligiera al beato Francisco como nombre, que viera por los menesterosos y los pobres, que se quitara la cruz de oro y se dejara la propia de metal, que no calzara las costosas zapatillas hechas a mano y que, por primera vez, pusiera a discusión los grandes males al interior de la iglesia.
Odian a Francisco y quieren que se vaya. Por eso desean que se muera pues.
En América, ya se reúnen Vox, Atlas Network, Viva la Libertad, Viva México, la Universidad Popular de Puebla y el Yunque.
¿Quién los reúne?
Ricardo Salinas. Ese noble prohombre delincuente perseguido por el SAT, que le debe a México 63,000 millones de pesos.
Es como el Hood Robin (sí Robin Hood al revés). Hay que robar a los pobres para que los ricos sigan existiendo.
Yo tengo conocidos que simpatizan con Salinas y le celebran las estupideces que publica en su red social, cuando no entiendo que ellos mismos (mis conocidos) son parte de la carne de cañón que el delincuente usa. Es un mea culpa pero qué tiene.
Hace tiempo lo comentaba, la ultraderecha en el mundo se está reorganizando, rearmando, pero ahora más ultra, más fascista.
Milei es un Simple bufón descerebrado que pusieron como guiñapo de engaño.
Trump es parte de la misma fórmula. Pero hay que llevarlo porque la locura y la cordura tiene un hilo conductual.
Un fantasma real recorre el mundo: la ultraderecha ciega, a ésa no le importan las banderas, las líneas divisorias de los países, les importa desaparecer el Estado para formar uno solo que se llame Capital y que siga saqueando los bienes de los más pobres.
Por eso están esperando que se muera Francisco para volver a tomar la iglesia.
La iglesia ya no es lo que era, pero sigue sirviendo como Bien Material de importancia táctica.