Palestra / OPS
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido una nueva alerta epidemiológica debido al incremento de casos de fiebre amarilla en las Américas durante los primeros meses de 2025. El número de casos humanos confirmados hasta el 22 de marzo ha más que duplicado el total registrado en todo 2024, lo que genera preocupación por una posible expansión de la enfermedad.
En los primeros casi tres meses de 2025, se han confirmado 131 casos humanos, con 53 fallecimientos. En comparación, en todo el 2024 se reportaron 61 casos, de los cuales 30 fueron fatales. Los casos se reportaron en Bolivia (1 caso, 1 fallecimiento), Brasil (81 casos, 31 fatales), Colombia (31 casos, 13 fallecimientos) y Perú (18 casos, 8 fatales), con casos notificados fuera de la región amazónica, tradicionalmente afectada.
En particular, se destacan los casos nuevos desde octubre de 2024 en el departamento de Tolima, Colombia, lo que evidencia la aparición del virus en áreas geográficas no afectadas en años anteriores. En estas zonas, actividades laborales como la agricultura representan un factor de riesgo de exposición al virus. El aumento de nuevos casos y su expansión resaltan la urgencia de fortalecer las medidas de vigilancia, prevención y control para contener la enfermedad.
Por otro lado, la situación epidemiológica en el estado de São Paulo, Brasil, con 34 casos y 19 fallecimientos, genera preocupación debido a su proximidad con centros urbanos densamente poblados, lo que aumenta el riesgo de un brote más amplio.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral grave transmitida por mosquitos que puede ser mortal y que es prevenible mediante la vacunación. La gran mayoría de los casos detectados corresponden a personas no vacunadas.
En la alerta emitida el 27 de marzo, la OPS insta a intensificar la vacunación en zonas de riesgo, buscando coberturas homogéneas superiores al 95%. La vacunación es la herramienta más eficaz contra la enfermedad. Además, recomienda a los países revisar sus reservas de vacunas, contar con planes de respuesta rápida ante brotes y asegurar que los viajeros a áreas endémicas estén informados y vacunados.
Desde la epidemia de fiebre amarilla en Brasil entre 2016 y 2018, la amenaza para la salud pública de la enfermedad ha resurgido en las Américas. El virus de la fiebre amarilla se mantiene en un ciclo selvático entre algunas especies de mosquitos y primates no-humanos de 13 países y territorios de la región. Desde 1960, ha causado 9.591 casos en humanos y 3.444 muertes.
En febrero pasado, basándose en el aumento de casos en varios países durante los últimos meses de 2024 y las primeras semanas de 2025, la OPS publicó una evaluación de riesgos en la que consideró que el riesgo de brotes de fiebre amarilla en la región es alto.
La OPS seguirá monitoreando la situación y apoyando a los países para que se adopten las mejores estrategias de vigilancia, prevención y control de la fiebre amarilla.