Palestra / Noticias ONU
Xochimilco, enclavado en el corazón de Ciudad de México, es el hogar de los “chinamperos”, agricultores que han utilizado técnicas indígenas para cultivar alimentos durante siglos. Hoy, su modo de vida se ve amenazado por la degradación medioambiental, la expansión urbana y el cambio climático.
Los chinamperos deben su nombre a las chinampas, islas artificiales de huertos flotantes en las que cultivan. Fueron los aztecas quienes descubrieron que apilando barro, plantas y ramas en los lechos poco profundos de los lagos podían crear parcelas muy fértiles.
Durante cientos de años, las chinampas han sido el sustento de comunidades agrícolas, pero la crisis climática, la falta de entusiasmo por la agricultura entre los más jóvenes, y las enormes y crecientes necesidades de agua de la gran ciudad podrían combinarse para hacer peligrar este modo de vida ancestral.
Un equipo de la Universidad de las Naciones Unidas se reunió con los agricultores de Xochimilco antes de la publicación del informe 2025 Interconnected Disaster Risks, que analiza cómo las catástrofes están relacionadas entre sí y con los comportamientos humanos.
Los chinamperos hablaron de la historia de la comunidad de Xochimilco y de cómo puede salvarse su modo de vida para las generaciones futuras.
180 kilómetros de canales rodeados de chinampas
“Nací y crecí en Xochimilco, un lugar que existe gracias al duro trabajo de nuestros antepasados. Ellos construyeron las chinampas apilando ramas, hojas y el rico lodo del fondo de la laguna. Para sujetarlas, plantaban ahuejote en cada esquina”, contó Lauro Rivera, apicultor de 72 años.
“Con el tiempo, estos esfuerzos crearon la vasta red de canales y chinampas que sigue existiendo hoy en día. Hay casi 180 kilómetros de canales rodeados de chinampas”, continuó.
Grandes problemas: contaminación y escasez de agua
“Este conocimiento es ancestral, y las chinampas son únicas en el mundo. Lo hemos ido transmitiendo a nuestros hijos. Aquí había hasta almejas de agua dulce. Peces, tortugas, caracoles, ajolotes. Pero ahora hay grandes problemas con la contaminación y la escasez de agua”, agregó Samuel Luna, agricultor de 67 años.
“Estamos empezando a volver a lo que se hacía antes: utilizar cultivos respetuosos con el medio ambiente, usar menos pesticidas. Quizá no podamos recuperarlo todo, pero al menos podemos conservar lo que tenemos ahora. Nosotros, los agricultores, somos los guardianes de estas tierras”, dijo Samuel.

Incertidumbre, una de las consecuencias del cambio climático
“Mi abuelo fue quien me enseñó agricultura. No hay escuela de chinampa. Mi madre me traía aquí cuando era un bebé. Todavía usamos el asador, el rastrillo, el tenedor de aventar, y esto se transmite de generación en generación”, narró el nieto de Samuel, Eric Enríquez, un agricultor local de 45 años
“Antes había estaciones muy claras de lluvia, calor, frío. Pero con el cambio climático ya no se sabe cuándo lloverá o hará frío. La tecnología ha avanzado y ahora tenemos materiales que ayudan a amortiguar el calor o el frío o el granizo. Pero también hay un inconveniente: no todos tenemos dinero para invertir en todo este tipo de herramientas”, explicó.
“Si todo el mundo trabaja en una oficina, ¿quién hará todo este trabajo que hacemos para alimentar a las chinampas? Todo esto es muy bonito y me produce un gran sentimiento. No quiero que se pierda”, indicó Eric.
Estereotipos que rodean la agricultura
“Cuando hablamos de agricultores, lo primero que nos viene a la mente es la imagen de un hombre. Yo, sin embargo, me imagino más a mi bisabuela. Esas señoras con sus baberos, con sus enaguas, que hacían las tareas de la casa, pero también cultivaban las chinampas. Yo nací en 1995 y ya entonces las aguas del canal se habían vuelto marrones”, dijo Mariana Cruz, historiadora de 29 años.
“Muchas familias han dejado de cultivar. En primer lugar, por el estereotipo de que el agricultor es pobre”, explicó Mariana.
“Estoy muy orgullosa de poder decir que vengo de una familia de chinamperos. Enseñamos a nuestros amigos y compañeros de trabajo por qué debemos cuidar los canales, por qué debemos cuidar el agua, por qué Xochimilco es importante para la vida de la Ciudad de México. El trabajo del agricultor es tan importante como el de un médico”, concluyó.