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El Tottenham Hotspur volvió a gritar campeón después de 17 años. Con una victoria por la mínima diferencia sobre el Manchester United, los Spurs se impusieron en una final inglesa disputada en San Mamés, consagrándose como los nuevos campeones de la UEFA Europa League 2025.
Este nuevo título representa la tercera estrella internacional para los londinenses, quienes ya habían conquistado esta competencia en dos ocasiones anteriores. Además, marca su primer trofeo desde la EFL Cup conseguida en 2008.
El ambiente en Bilbao fue electrizante, con un estadio San Mamés colmado y teñido de emoción. Sin embargo, el espectáculo en la cancha no estuvo a la altura del entorno. La primera mitad se desarrolló con extrema cautela por parte de ambos equipos, con pocas acciones claras y una marcada falta de ritmo ofensivo.
La más peligrosa del primer tiempo la tuvo Bruno Fernandes, quien aprovechó un descuido defensivo del Tottenham, aunque la jugada no pasó a mayores.
Cuando todo indicaba que el primer tiempo finalizaría en empate, el Tottenham logró romper el cerrojo. A tres minutos del descanso, Pape Sarr envió un centro desde la izquierda, y Brennan Johnson anticipó en el área, generando un rebote en Luke Shaw que terminó dentro del arco. Aunque pareció autogol, la UEFA concedió el tanto a Johnson, desatando la euforia de los Spurs.
Obligado por el marcador, el Manchester United tomó la iniciativa en la segunda mitad. Dominó la posesión y presionó al rival, pero le faltó claridad en los últimos metros. La más clara fue un cabezazo de Rasmus Hojlund, tras una mala salida del arquero Vicario, que fue salvada sobre la línea por Micky van de Ven en una jugada que ya es considerada una de las más memorables de esta final.
Pese al asedio, el Tottenham resistió con orden y celebró con sus aficionados un título que pone fin a una larga sequía. El equipo dirigido por Rúben Amorim se consagra como el nuevo campeón de la Europa League, consolidando una campaña sólida y efectiva.