Jonathan García / Palestra
Las recientes precipitaciones en la zona metropolitana potosina han contribuido a una notable disminución en los reportes de incendios. Sin embargo, lejos de ser un respiro total, la situación ha revelado nuevamente las serias limitaciones operativas que enfrenta el Honorable Cuerpo de Bomberos de San Luis Potosí.
Así lo expresó Adolfo Benavente Duque, comandante de la corporación, quien también reconoció que si bien la baja en emergencias relacionadas con el fuego es positiva, las lluvias también han traído consigo nuevos desafíos, como inundaciones, caída de árboles y rescates de alto riesgo. Todos estos incidentes, advirtió, deben ser atendidos con vehículos desgastados y equipamiento insuficiente.
“Tenemos unidades con más de 15 años de servicio, que ya no cumplen con los estándares de seguridad. A pesar de ello, el compromiso de nuestro personal sigue intacto”, expuso.
En respuesta al deterioro operativo, se ha planteado un plan presupuestal por 43 millones de pesos que contempla la renovación del parque vehicular, la compra de unidades cisterna, camiones especializados y vehículos de ataque rápido, así como la adquisición de herramientas de rescate y la rehabilitación del sistema de radiocomunicación, actualmente fuera de servicio por daños causados por un rayo.
Benavente comparó esta petición con una carta a Santa Claus, señalando que de concretarse ese presupuesto, el cuerpo de bomberos se transformaría radicalmente. “Nuestro equipo ya está agotado. Esta solicitud incluye todo: vehículos, protección personal y mejoras esenciales”, afirmó.
Actualmente, el Patronato del Cuerpo de Bomberos realiza gestiones para acceder a recursos adicionales. Se espera la entrega de una nueva unidad en las próximas semanas, además del compromiso de una más por parte del gobierno municipal. También se prevé un acercamiento con las autoridades estatales para reforzar el apoyo.