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La Selección Mexicana arrancó con una victoria apretada su participación en la Copa Oro 2025 tras imponerse 3-2 a República Dominicana, en un partido que dejó más dudas que certezas en lo futbolístico y que estuvo marcado por un contexto social fuera de la cancha: las protestas de migrantes latinos en las calles de Los Ángeles, que impactaron en la asistencia al estadio.
El equipo dirigido por Javier “Vasco” Aguirre dominó la primera parte del encuentro, pero volvió a mostrar deficiencia en la definición. Fue hasta el minuto 43 que Edson Álvarez rompió el cero con un remate de cabeza tras un tiro de esquina, lo que le dio algo de tranquilidad al Tri antes del descanso.
Apenas iniciando la segunda mitad, Raúl Jiménez amplió la ventaja tras una buena combinación con Santiago Giménez, y poco después César Montes aprovechó un rebote para poner el 3-1, luego de que los dominicanos descontaran momentáneamente. Sin embargo, un gol de Edson Azcona en un contragolpe volvió a poner contra las cuerdas a México, que terminó pidiendo la hora. Luis Malagón fue clave para evitar el empate en los minutos finales.
Estadio semivacío por protestas migrantes
Más allá del resultado, el ambiente en el SoFi Stadium llamó la atención: a diferencia de otros encuentros del Tri en Estados Unidos, las gradas no se llenaron. Periodistas como David Faitelson y el exentrenador Ricardo La Volpe atribuyeron esta baja asistencia a las manifestaciones de la comunidad migrante latina, que lleva varios días protestando contra las redadas masivas en Los Ángeles.
“La gente no está en el estadio porque está en las calles”, expresó Faitelson en sus redes sociales, mientras que el actor Julio Camejo criticó duramente al técnico Aguirre por no pronunciarse en defensa de la comunidad mexicana en EE.UU.
La Selección, entre la cancha y la calle
El mensaje del técnico Javier Aguirre tras el partido tampoco convenció a muchos aficionados, quienes señalaron en redes sociales que “no se sienten representados” por este equipo. La combinación de un rendimiento irregular en la cancha y la falta de conexión con las preocupaciones de sus seguidores fuera de ella ha encendido la discusión en torno al Tri.
México enfrentará su segundo compromiso de la fase de grupos con la necesidad de mejorar su funcionamiento y, quizá, también su empatía con quienes lo siguen más allá de los goles.