Mar. Jul 15th, 2025

E. Cruz / Excélsior

En su más reciente visita a Quintana Roo, Karen Castrejón, presidenta nacional del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), lanzó una declaración que debe tomarse con seriedad y preocupación.

“Nos estamos preparando para ir solos también en Quintana Roo, si así lo decidimos”.

Lejos de ser un simple mensaje de autosuficiencia política, sus palabras representan una amenaza abierta a la alianza con Morena y a la estabilidad del proyecto de la Cuarta Transformación en el estado. Más aún cuando Castrejón presume, como ejemplo, el caso de San Luis Potosí, donde el PVEM rompió con Morena, fue solo a la elección y terminó cediendo el escaño senatorial a la oposición.

Ese rompimiento no solo debilitó al movimiento de transformación en lo federal, sino que fracturó la cohesión política en el estado, al grado de que hoy el gobernador potosino no sigue la línea de la 4T y ya prepara a una familiar directa como su posible sucesora, apostando por la lógica dinástica por encima del proyecto de nación.

La pregunta es obligada: ¿quiere el Partido Verde hacer lo mismo en Quintana Roo?

Sería una jugada cínica, pero no sorprendente. El PVEM, que en la entidad históricamente solo tuvo presencia real en un municipio, ha sabido escalar con astucia los peldaños del poder gracias a la alianza con Morena. Y, peor aún, lo ha hecho acaparando los espacios más relevantes mediante cuadros políticos que, en muchos casos, se presentan como morenistas, pero responden a los intereses del Verde.

Hoy controlan oficinas estratégicas, posiciones clave en el Congreso local, alcaldías y estructuras territoriales, sin haber construido realmente una base social propia. Se han disfrazado de aliados para colonizar el poder desde dentro.

El mensaje de Castrejón no es inocente. Es una advertencia: podrían traicionar de nuevo, como ya lo hicieron en San Luis Potosí, si no se les garantiza una cuota de poder suficiente. Es un chantaje político en toda forma.

En este contexto, Morena y sus bases deben abrir los ojos. No se trata solo de mantener una alianza electoral, sino de proteger la esencia del movimiento y evitar que se lo devoren los oportunistas. Si el Verde quiere ir solo, que lo haga. Pero ya no puede seguir ocupando espacios estratégicos en nombre de un proyecto que no está dispuesto a defender.

Quintana Roo no puede ser rehén de un partido que, ante cualquier diferencia, amenaza con dinamitar la unidad. La 4T debe aprender de sus errores, y el Verde debe decidir de qué lado de la historia quiere quedar.

Información original: https://www.excelsior.com.mx/nacional/traicion-anunciada-el-pvem-amenaza-con-repetir-la-jugada-de-san-luis-potosi-en-quintana-roo

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