Palestra / Vatican News
Al recibir a una delegación de abogados de los países miembros del Consejo de Europa, signatarios del Llamamiento de Viena, el Santo Padre les recordó que el pasado 11 de junio, firmaron este documento que insta a los Estados miembros del Consejo a comprometerse con el Estado de derecho y la independencia de la justicia. Y destacó:
“Este Llamamiento tiene lugar en el contexto europeo actual, difícil en muchos aspectos debido, entre otras cosas, a la guerra sin sentido en el territorio de Ucrania”
Contribución a la promoción de la democracia
Tras agradecerles la importante contribución que aportan a la promoción de la democracia y al respeto de la libertad y la dignidad humana, el Obispo de Roma afirmó que “los tiempos de crisis social, económica, de identidad y de seguridad desafían a las democracias occidentales a responder eficazmente a estas crisis, permaneciendo fieles a sus principios; principios que deben recuperarse continuamente y cuya defensa requiere una gran vigilancia”.
Después de afirmar que “el miedo a los disturbios y a la violencia, la perspectiva de trastornos en los equilibrios establecidos, la necesidad de actuar con eficacia ante las emergencias pueden llevar a la tentación de hacer excepciones, de limitar – al menos temporalmente – el Estado de Derecho en busca de soluciones fáciles e inmediatas”.
El Estado de derecho está al servicio de la persona
“Por eso me parece importante que ustedes reclamen, en una de sus proposiciones, que ‘el Estado de Derecho nunca sea objeto de la más mínima excepción, ni siquiera en tiempos de crisis’. La razón es que el Estado de derecho está al servicio de la persona humana y pretende tutelar su dignidad, y esto no admite excepciones. Es un principio”
Concepción errónea de la naturaleza humana
El Papa les dijo asimismo que “no son sólo las crisis las que suscitan amenazas contra las libertades y el Estado de Derecho en el seno de las democracias. De hecho, cada vez se extiende más una concepción errónea de la naturaleza humana y de la persona humana, concepción que debilita su propia protección y abre progresivamente la puerta a graves abusos bajo la apariencia del bien”.
De su discurso al Parlamento Europeo
Por otra parte – aludiendo a su discurso al Parlamento Europeo del 25 de noviembre de 2014 – el Santo Padre recordó que “el fundamento de la dignidad de la persona humana reside en su origen trascendente, que prohíbe, por consiguiente, toda violación de la misma; y esta trascendencia exige que, en toda actividad humana, la persona se sitúe en el centro y no esté a merced de las modas y los poderes del momento”. En efecto, añadió:
“Una Europa que ya no es capaz de abrirse a la dimensión trascendente de la vida es una Europa que corre lentamente el riesgo de perder su propia alma y también ese espíritu humanista que ama y defiende”
En cuanto al respeto de los derechos humanos, siguiendo el hilo conductor de aquel discurso al Consejo de Europa, Francisco reafirmó que “sólo puede garantizarse y el Estado de derecho sólo puede encontrar solidez en la medida en que los pueblos permanezcan fieles a sus raíces alimentadas por la verdad, que constituye la savia de toda sociedad que aspire a ser verdaderamente libre, humana y solidaria”.
“Sin esta búsqueda de la verdad sobre el hombre, según el plan de Dios, cada uno se convierte en la medida de sí mismo y de sus propias acciones”
El Pontífice también puso de manifiesto que hoy en día se tiende a reivindicar cada vez más derechos individuales sin tener en cuenta que “todo ser humano está vinculado a un contexto social en el que sus derechos y deberes están ligados a los de los demás y al bien común de la propia sociedad”.
De ahí que inspirándose en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, Francisco les dijo que una mala comprensión del concepto de derechos humanos y su paradójico mal uso podrían relegar a los pueblos a «purismos angélicos”, a “totalitarismos de lo relativo”, a “fundamentalismos antihistóricos”, a características éticas “sin bondad”, o a “intelectualismos sin sabiduría», donde el Estado de derecho “ya no estaría al servicio de una persona humana falseada y manipulada en función de intereses económicos e ideológicos”.
Francisco anima a estos abogados en su acción
A estos queridos abogados el Obispo de Roma les dijo que ha apreciado en su Llamamiento, entre los aspectos sobre los que hay que estar vigilantes con relación a su profesión, “el recordatorio del principio fundamental del secreto profesional, cuya violación deploran en algunos Estados miembros. Comprendo y comparto su preocupación y los animo en su acción”.
“Es indispensable que en nuestras sociedades se preserven espacios de confidencialidad en los que las personas puedan expresarse y exponer sus cargas. Esto es muy importante. En la Iglesia tenemos el secreto de la confesión, pero ustedes también tienen este espacio que… donde una persona puede decir la verdad a su abogado para que lo ayude a salir”
Atención a la casa común y el compromiso que implica
Por último, el Santo Padre les dijo que es sensible al cuidado que estos abogados dispensan a la casa común y a su compromiso por participar en la elaboración de un marco normativo en favor de la protección del medio ambiente. “No debemos olvidar nunca – les dijo – que las jóvenes generaciones tienen derecho a recibir de nosotros un mundo bello y habitable, y que ello nos confiere serios deberes para con la creación que hemos recibido de las manos generosas de Dios. Gracias por esta contribución”.
“Estoy escribiendo una segunda parte de la Laudato si’ para actualizar los problemas de hoy”.
Y concluyó animándolos a perseverar en el ejercicio de su profesión, “orientada al servicio de la verdad y de la justicia, necesarias para construir la paz en el mundo y la armonía en nuestras sociedades. Que la Virgen María y San Ivo los protejan y los cuiden. De corazón los bendigo y les pido por favor que recen por mí. Gracias.