Palestra / Zenit
El limosnero del Papa Francisco, Cardenal Konrad Krajewski, anunció el envío de nueva ayuda humanitaria para Ucrania, que acaba de llegar al Vaticano desde Corea del Sur, y una novedad para viudas y madres con hijos de soldados fallecidos en combate.
Se trata de dos Transport International Routier con un cargamento de regalos alimentarios de una importante empresa coreana que ha enviado al Vaticano 300.000 raciones de caldo liofilizado para distribuir entre la población de las zonas más afectadas por la guerra, alimentos muy nutritivos que pueden prepararse simplemente con agua caliente.
Ayudando en la descarga y traslado de la ayuda, en el complejo de la parroquia greco-católica de Santa Sofía en Roma, desde donde partirá después hacia Ucrania, se encontraban 30 personas sin hogar, huéspedes del Dormitorio del Papa Francisco, que no dudaron en ofrecerse como voluntarios para organizar el envío de ayuda.
Operación de este tipo se han realizado otras 106 veces desde que comenzó la guerra en Ucrania -explica el limosnero del Papa-, tantas como camiones se han enviado.
«En los próximos viajes a Ucrania», añade el cardenal limosnero, «no sólo llevaremos alimentos, sino que también inauguraremos una gran casa en Lviv para viudas de guerra y madres con hijos, construida con la ayuda de otras organizaciones, pero en la que el Santo Padre ha desempeñado el papel principal».