Dom. Nov 24th, 2024

Palestra / Noticias ONU

El estrés postraumático y la ansiedad se han convertido en un reto diario para miles de libios que sobrevivieron a la tormenta Daniel hace casi dos semanas, advierten las organizaciones humanitarias de la ONU.

Las lluvias torrenciales de la tormenta Daniel el 10 de septiembre reventaron dos presas río arriba de la ciudad costera de Derna. Según la prensa, las inundaciones anegaron hasta una cuarta parte de la ciudad.

Miles de personas perdieron la vida y, según los equipos de búsqueda, todavía hay muchos cadáveres bajo los escombros o perdidos en el mar. 

En los últimos días la respuesta humanitaria se ha centrado en recoger a los muertos, por temor a la propagación de enfermedades, pero para las decenas de miles de habitantes de Derna que sobrevivieron a la inundación, el trauma y la incertidumbre son también una preocupación acuciante, según la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA).

Ayuda psicológica

Proporcionar apoyo psicosocial es una prioridad para quienes viven en el este de Libia, donde la ONU calcula que al menos 4000 personas habrían muerto cuando la tormenta azotó Derna, declaró este jueves la Oficina. 

Según la agencia, más de 43.000 personas se han visto desplazadas por las inundaciones. La mayoría de ellas se alojan con familiares en zonas cercanas, mientras que unas 2780 personas han viajado a Bengasi.

Dolor

En una visita de dos días a Bengasi, la coordinadora residente y humanitaria, Georgette Gagnon, se reunió con familias que huyeron de sus hogares arrasados por las inundaciones y buscaron seguridad en Bengasi, a 250 kilómetros de distancia. Hablaron de su pérdida y de su preocupación tanto por la educación de sus hijos como por lo desconocido.

«Es desgarrador oír por lo que han pasado las familias y la grave angustia que han padecido», dijo Gagnon. «El coste mental es muy alto, y se necesita urgentemente apoyo para ayudar a la gente a curarse».

En un recinto a media hora en coche del centro de Bengasi, conoció a una familia de cinco miembros que había llegado cuatro días antes. Dijeron que se encontraron con el agua hasta la cintura en cuestión de segundos.

Todas sus pertenencias fueron arrastradas por el agua y apenas pudieron salir con vida de su casa. Ésta ha desaparecido, al igual que muchas otras de su calle.

Además de la atención médica, el control y la prevención de enfermedades, y las pruebas y análisis de las fuentes de agua, el apoyo psicosocial se ha identificado como una de las necesidades prioritarias para las personas afectadas, según una evaluación de las agencias de la ONU que estuvieron recientemente en Albaydha, Derna y Susa.

Agencias sobre el terreno

Las personas que han recuperado e identificado los cadáveres de sus familiares han encontrado cierto consuelo. Al menos han podido darles un entierro digno. 

Pero con unos 10.000 desaparecidos todavía, el no conocer el destino de esas personas tiene a los residentes de Derna luchando con ansiedad.

Los organismos humanitarios de la ONU, como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se encuentran sobre el terreno en Libia prestando ayuda a los supervivientes en las zonas más afectadas.