Palestra / Zenit
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó una nueva respuesta a una consulta de un obispo de República Dominicana sobre el acceso a la comunión de las mamás solteras. El obispo explicaba en su consulta que “algunas madres solteras que «se abstienen de comulgar por temor al rigorismo del clero y de los dirigentes comunitarios»”. El prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe añade que “Se advierte que en algunos países tanto los sacerdotes como algunos laicos, de hecho, impiden a las madres que han tenido un hijo fuera del matrimonio acceder a los sacramentos e incluso bautizar a sus hijos”.
En la respuesta a la consulta, el cardenal Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, destaca que a “A las mujeres que, en esa situación, han optado por la vida y llevan una existencia muy compleja a causa de esa opción, se las debe alentar a acceder a la fuerza sanadora y consoladora de los Sacramentos”.
También se recuerda la denuncia que hizo el Papa cuando era arzobispo de Buenos Aires condenando esa práctica vetatoria y el reconocimiento del Papa por la valentía de esas mujeres: «Sé que no es fácil ser una madre soltera, sé que la gente a veces las puede mirar mal, pero te digo una cosa, sos una mujer valiente porque fuiste capaz de traer éstas dos hijas al mundo. Vos podrías haberlas matado en tu vientre, y respetaste la vida, respetaste la vida que tenías dentro tuyo, y eso Dios te lo va a premiar, y te lo premia. No tengas vergüenza, andá con la frente alta: “Yo no maté a mis hijas, las traje al mundo” Te felicito, te felicito, y que Dios te bendiga»
El Dicasterio responde que “se debe trabajar pastoralmente en la iglesia local para hacer comprender que el hecho de ser madre soltera no impide el acceso a la Eucaristía. Como el resto de los cristianos, la confesión sacramental de los pecados cometidos les permite acercarse a comulgar. La comunidad eclesial debe valorar, además, que son mujeres que acogieron y defendieron el don de la vida que llevaban en sus entrañas y que luchan, cada día, por sacar sus hijos adelante”.
Doctrina de la Fe reconoce que “hay “situaciones difíciles” que es necesario discernir y acompañar pastoralmente. Puede ocurrir que alguna de estas madres, dada la fragilidad de su situación, algunas veces recurra a vender su cuerpo para sostener su familia. La comunidad cristiana esta llamada a hacer todo lo posible para ayudarle a evitar este gravísimo riesgo, más que juzgarla duramente. Por eso «los Pastores, que proponen a los fieles el ideal pleno del Evangelio y la doctrina de la Iglesia, deben ayudarles también a asumir la lógica de la compasión con los frágiles y a evitar persecuciones o juicios demasiado duros o impacientes»”.
La respuesta del Dicasterio para la Doctrina de la Fe finaliza recordando “las palabras del Santo Padre en su mensaje al Sínodo en las que subrayaba el rostro femenino y materno de la Iglesia y denunciaba las «actitudes machistas y dictatoriales» de aquellos ministros que «se exceden en su servicio y maltratan el pueblo de Dios»”. También deja en manos del obispo esa tarea: “A Usted, le corresponde velar para que ese tipo de comportamientos no se den en su iglesia local”.