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Palestra / Noticias ONU

La reducción de las muertes de mujeres embarazadas, madres y bebés lleva ocho años estancada debido a la disminución de las inversiones en salud materna y neonatal, según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado el martes.

Más de 4,5 millones de mujeres y bebés mueren cada año durante el embarazo, el parto o las primeras semanas después del nacimiento, lo que equivale a una muerte cada siete segundos, la mayoría por causas evitables o tratables.

La cifra incluye 290.000 muertes maternas, 1,9 millones de mortinatos -bebés que mueren después de 28 semanas de embarazo- y 2,3 millones de muertes de recién nacidos, durante el primer mes de vida.

Para aumentar las tasas de supervivencia, las mujeres y los bebés deben disponer de asistencia sanitaria asequible y de calidad. También se necesita más personal sanitario cualificado y motivado, especialmente matronas.

La principal causa de mortalidad materna es la hemorragia postparto, que cada año sufren 14 millones de mujeres y provoca 700.000 muertes.

Un estudio de la OMS, que involucró a 200.000 mujeres en varios países, propone una nueva forma de tratarla. Recomienda usar un dispositivo sencillo y barato que mide objetivamente la cantidad de sangre que se está perdiendo, frente al método actual que consiste en una inspección visual que tiende a subestimar la pérdida de sangre y puede llevar a una demora del tratamiento.

De esa manera, las hemorragias graves (pérdida de más de un litro de sangre tras el parto) se reducían en un 60 % y con ello disminuía el riesgo de muerte.