Mar. Nov 26th, 2024

Palestra / Noticias ONU

La implacable guerra en Gaza no ha dejado indemnes a los hospitales, a su personal ni a las personas que allí se refugian, declaró este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS) al revelar datos que indican más de 721 ataques contra la asistencia sanitaria en los Territorios Palestinos Ocupados desde que estallaron las hostilidades, 357 de ellos en Gaza.

Un total de 645 personas han muerto desde el 7 de octubre y otras 818 han resultado heridas como consecuencia de los ataques en el enclave, declaró el portavoz de la agencia, coincidiendo con la denuncia de que una enfermera ha sido tiroteada y herida de gravedad en el quirófano de un hospital de Jan Yunis.

«Estos ataques han afectado a 98 centros sanitarios, 27 de los cuales han sufrido daños, y a 90 ambulancias, 50 de las cuales se vieron perjudicadas», declaró Tarik Jasarevic a los periodistas en Ginebra.

Por su parte, la Oficina de Coordinación para los Asuntos Humanitarios (OCHA), informó en su última actualización sobre «intensos combates» en Jan Yunis el jueves, con bombardeos y fuertes disparos. 

Citando a la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina, la agencia dijo que el hospital Nasser y el hospital Al Amal (según informes, sitiados desde hace 17 días) se han visto especialmente afectados por la violencia que «está expulsando a miles de personas» de la ciudad hacia el sur, a Rafah.

La destrucción generalizada de infraestructuras civiles constituye un crimen de guerra

El Alto Comisionado para los Derechos Humanos advirtió que la destrucción generalizada de bienes, no justificada por necesidades militares y llevada a cabo de forma ilegal y gratuita, constituye una grave violación del Cuarto Convenio de Ginebra y un crimen de guerra.

La declaración se produce ante lo que parece ser la creación de una zona de amortiguación por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel, que están destruyendo todos los edificios de la Franja que se encuentran a menos de un kilómetro de la valla entre Israel y Gaza.  

«El artículo 53 del Convenio de Ginebra prohíbe la destrucción por la potencia ocupante de bienes pertenecientes a particulares, excepto cuando dicha destrucción sea absolutamente necesaria a causa de operaciones militares», declaró la portavoz del Alto Comisionado, Marta Hurtado, en una rueda de prensa.

“Las destrucciones llevadas a cabo para crear una zona de amortiguación con fines de seguridad general no parecen ajustarse a la estrecha excepción de las operaciones militares establecida en el derecho internacional humanitario”, añadió Volker Türk. 

Además, desde finales de octubre de 2023, la Oficina del Alto Comisionado ha registrado la destrucción y demolición generalizadas por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel de infraestructuras civiles, incluidos edificios residenciales, escuelas y universidades, en zonas en las que ya no se combate, e Israel no ha dado razones convincentes para justificarlo.

A este respecto, Türk señaló que este tipo de destrucción generalizada consolida el desplazamiento de las comunidades que vivían en estas zonas, y parece tener como objetivo hacer imposible el regreso de los civiles. “Recuerdo a las autoridades que el traslado forzoso de civiles puede constituir un crimen de guerra”, finalizó.