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El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicó el pasado jueves las últimas estimaciones sobre la carga mundial de esta enfermedad.
La agencia de la ONU también ha publicado los resultados de una encuesta realizada en 115 países, que muestran que la mayoría no financian adecuadamente los servicios prioritarios de atención oncológica y paliativa, como parte de la cobertura sanitaria universal.
Las estimaciones del Centro, basadas en las mejores fuentes de datos disponibles en los países en 2022, ponen de relieve la creciente carga del cáncer, el impacto desproporcionado en las poblaciones desatendidas y la urgente necesidad de abordar las desigualdades de la enfermedad en todo el mundo.
Se calcula que en 2022 habrá 20 millones de nuevos casos de cáncer y 9,7 millones de muertes. El número estimado de personas que estaban vivas en los cinco años siguientes a un diagnóstico de cáncer era de 53,5 millones. Alrededor de una de cada cinco personas desarrolla cáncer a lo largo de su vida, y aproximadamente uno de cada nueve hombres y una de cada 12 mujeres mueren a causa de la enfermedad.
La encuesta mundial de la agencia sobre cobertura sanitaria universal y cáncer muestra que sólo el 39% de los países participantes cubrían los aspectos básicos del tratamiento del cáncer como parte de sus servicios sanitarios básicos financiados para todos los ciudadanos, los «paquetes de prestaciones sanitarias».
Sólo el 28% de los países participantes cubría además la atención a las personas que necesitan cuidados paliativos, incluido el alivio del dolor en general, y no sólo en relación con el cáncer.
Tres grandes tipos de cáncer en 2022: pulmón, de mama y colorrectal
Las nuevas estimaciones disponibles en el Observatorio Mundial del Cáncer del Centro de Investigaciones muestran que 10 tipos de cáncer representaron en conjunto alrededor de dos tercios de los nuevos casos y muertes en todo el mundo en 2022. Los datos abarcan 185 países y 36 tipos de cáncer.
El cáncer de pulmón fue el más frecuente en todo el mundo, con 2,5 millones de nuevos casos, lo que representa el 12,4% del total de nuevos casos. El cáncer de mama femenino ocupó el segundo lugar (2,3 millones de casos, 11,6%), seguido del cáncer colorrectal (1,9 millones de casos, 9,6%), el cáncer de próstata (1,5 millones de casos, 7,3%) y el cáncer de estómago (970 000 casos, 4,9%).
El cáncer de pulmón fue la principal causa de muerte por esta enfermedad (1,8 millones de muertes, el 18,7% del total de muertes), seguido del colorrectal (900.000 muertes, el 9,3%), el de hígado (760.000 muertes, el 7,8%), el de mama (670.000 muertes, el 6,9%) y el de estómago (660.000 muertes, el 6,8%). La reaparición del cáncer de pulmón como el más frecuente está probablemente relacionada con el persistente consumo de tabaco en Asia.
Hubo algunas diferencias por sexo en la incidencia y la mortalidad con respecto al total mundial para ambos sexos. En las mujeres, el más diagnosticado y la principal causa de muerte por cáncer fue el de mama, mientras que en los hombres fue el de pulmón. El cáncer de mama fue el más frecuente en las mujeres de la gran mayoría de los países (157 de 185).
En los hombres, los cánceres de próstata y colorrectal fueron el segundo y tercero más frecuente, mientras que los de hígado y colorrectal fueron la segunda y tercera causas más frecuentes de muerte. En las mujeres, el cáncer de pulmón y el colorrectal ocuparon el segundo y tercer lugar tanto en número de nuevos casos como de muertes.
El cáncer de cuello uterino fue el octavo cáncer más frecuente en todo el mundo y la novena causa de muerte por cáncer, con 661.044 nuevos casos y 348.186 muertes. Es el más frecuente entre las mujeres de 25 países, muchos de los cuales se encuentran en el África subsahariana.
Aun reconociendo los distintos niveles de incidencia, el cáncer cervicouterino puede eliminarse como problema de salud pública, mediante la ampliación de la Iniciativa de la OMS para la Eliminación del Cáncer Cervicouterino.
Las estimaciones mundiales revelan desigualdades sorprendentes en la carga de cáncer según el desarrollo humano. Esto es especialmente cierto en el caso del cáncer de mama.
En los países con un índice muy alto, una de cada 12 mujeres será diagnosticada de cáncer de mama a lo largo de su vida y una de cada 71 morirá de esta enfermedad. En cambio, en los países con un índice bajo, mientras que sólo a una de cada 27 mujeres se le diagnostica un cáncer de mama a lo largo de su vida, una de cada 48 morirá por esta causa.
«Las mujeres de los países de Índice de Desarrollo Humano más bajo tienen un 50% menos de probabilidades de ser diagnosticadas de cáncer de mama que las de los países de índice alto, y sin embargo corren un riesgo mucho mayor de morir de la enfermedad debido al diagnóstico tardío y al acceso inadecuado a un tratamiento de calidad», explica la jefa adjunta de la Subdivisión de Vigilancia del Cáncer del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, Isabelle Soerjomataram.
Desigualdades de los servicios oncológicos
La encuesta mundial de la OMS sobre los paquetes de prestaciones sanitarias también reveló importantes desigualdades mundiales en los servicios oncológicos. Según los informes, los servicios relacionados con el cáncer de pulmón tenían entre cuatro y siete veces más probabilidades de estar incluidos en un paquete en un país de ingresos altos que en uno de ingresos bajos.
Por término medio, la probabilidad de que los servicios de radioterapia estuvieran incluidos en un plan de salud de un país de renta alta era cuatro veces mayor que la de un país de renta baja. La mayor disparidad entre los servicios fue el trasplante de células madre, que tenía 12 veces más probabilidades de estar incluido en un plan de salud de un país de ingresos altos que de un país de ingresos bajos.
«La nueva encuesta mundial de la OMS arroja luz sobre las grandes desigualdades y la falta de protección financiera contra el cáncer en todo el mundo, con poblaciones, especialmente en los países de ingresos más bajos, que no pueden acceder a los servicios básicos de atención oncológica«, dijo la directora del Departamento de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, Bente Mikkelsen.
«La OMS, incluso a través de sus iniciativas contra el cáncer, está trabajando intensamente con más de 75 gobiernos para desarrollar, financiar y aplicar políticas que promuevan la atención oncológica para todos. Para ampliar esta labor, se necesitan urgentemente grandes inversiones para hacer frente a las desigualdades mundiales en los resultados del cáncer».
Aumento previsto de la carga de cáncer en 2050
Se prevén más de 35 millones de nuevos casos de cáncer en 2050, lo que supone un aumento del 77% respecto a los 20 millones de casos estimados en 2022. El rápido crecimiento de la carga mundial se refleja tanto el envejecimiento como el crecimiento de la población, así como los cambios en la exposición de las personas a los factores de riesgo, varios de los cuales están asociados al desarrollo socioeconómico.
El tabaco, el alcohol y la obesidad son factores clave del aumento de la incidencia, mientras que la contaminación atmosférica sigue siendo uno de los principales factores de riesgo medioambientales.
En términos de carga absoluta, se espera que los países con un Índice de Desarrollo Humano alto experimenten el mayor aumento absoluto de la incidencia, con una previsión de 4,8 millones de nuevos casos adicionales en 2050 en comparación con las estimaciones de 2022.
Sin embargo, el aumento proporcional de la incidencia es más llamativo en los países de índice bajo (aumento del 142%) y en los de índice medio (99%). Asimismo, se prevé que la mortalidad por cáncer en estos países casi se duplique en 2050.
«El impacto de este aumento no se sentirá de manera uniforme en los países de diferentes niveles de IDH. Los que dispongan de menos recursos para hacer frente a su carga de cáncer serán los más afectados», afirma el jefe de la Subdivisión de Vigilancia del Cáncer del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, Freddie Bray.
«A pesar de los avances logrados en la detección precoz del cáncer y en el tratamiento y la atención a los pacientes, existen disparidades significativas en los resultados del tratamiento del cáncer no sólo entre las regiones de renta alta y baja del mundo, sino también dentro de un mismo país”, afirmó el director de la Unión Internacional para el Control del Cáncer.
Cary Adams concluyó que “el lugar en el que vive una persona no debería ser determinante. Existen herramientas que permiten a los gobiernos dar prioridad a la atención oncológica y garantizar que todo el mundo tenga acceso a servicios asequibles y de calidad. No se trata sólo de una cuestión de recursos, sino de voluntad política«.