Palestra / Zenit
Un día después de haber concluido los ejercicios espirituales, el Papa Francisco canceló su agenda de encuentros el sábado 24 de febrero. La escueta razón notificada por la Sala de Prensa de la Santa Sede, a través de su canal de Telegram decía: “Debido a una gripe leve, por precaución el Papa canceló las audiencias previstas para hoy”.
El domingo 25 el Papa apareció en público durante el tradicional Angelus, desde la ventana del apartamento pontificio que da a la Plaza de San Pedro. El Papa no parecía especialmente enfermo: sí se notaba que se sujetaba mucho de los bordes de uno de los muebles delante de él, como para no perder el equilibrio, pero nada más.
Sin embargo, al inicio del día siguiente, lunes 26 de febrero, llegaba otro telegráfico mensaje de la Sala de Prensa, también por Telegram: “Persisten síntomas leves de gripe, sin fiebre. Por precaución, las audiencias de esta mañana han sido suspendidas por precaución”.
Durante diciembre de 2023 y enero de 2024, Papa Francisco renunció a la lectura de discursos aduciendo de forma pública la gripa. Una primera impresión podría apuntar a que nunca se fue del todo.