Palestra / San Luis Potosí
En el marco del Día Mundial de la Eficiencia Energética, este 5 de marzo, se celebra la importancia en la contribución de la sustentabilidad, reducción de contaminación y la mejora de la salud pública, entre otros. Por tal motivo, es importante contribuir con propuestas para un adecuado manejo de las nuevas tecnologías y mejorar la salud y la calidad de vida en las familias potosinas.
La transformación digital ha sido veloz, profunda e irreversible, alcanzando a las infancias, que gozan de entera libertad para utilizar dispositivos electrónicos. El uso de la tecnología es importante para realizar actividades laborales, educativas, de entretenimiento o comunicación, pero puede comprender una mayor exposición a riesgos, tanto en internet para niñas, niños y adolescentes, además de una gama variada de efectos negativos por uso excesivo, como una condición y habilidad física disminuida.
Es decir, les cuesta más trabajo agacharse, patear una pelota, hacer sentadillas, tomar lápices, plumas o colores, algunos externan dolor de cabeza o espalda baja (asociados a mala postura), dietas inadecuadas que tendrán injerencia en estados de sobrepeso y obesidad, afectación de los ciclos del sueño y retraso en el desarrollo del lenguaje. De acuerdo a recomendaciones por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), durante la infancia (0-6 años de edad), se aconseja lo siguiente:
Durante los primeros dos años de vida, sin exposición a las pantallas. El uso que madres, padres, cuidadores o tutores pueden dar es para videollamadas, música que acompañe el sueño o incluso actividades donde se busque tranquilizar a las niñas o niños; de los 2 a los 6 años, se aconseja limitar el uso de 30 a 60 minutos por día, fomentando la interacción con los cuidadores.
El uso de los dispositivos digitales como televisión, teléfono, tablet, entre otras, no se debe dejar sin supervisión, debe acompañarse e interactuar a través del uso de estos. El adulto deberá elegir el contenido bajo las siguientes directrices: no violento, educativo, que fomente el desarrollo (repasar colores, números, cuentos en los que se pueda interactuar mostrando imágenes para identificar, hablar de amistad o emociones, relajación, etc.)
El establecer horarios y rutinas para el uso de dispositivos (después de terminar con tareas o deberes, delimitando tiempos y respetando los mismos). No utilizar dispositivos durante los horarios de comida ni una hora antes de dormir. Evitar usar la tecnología como medio para entretener o calmar a las hijas o hijos y nos permita hacer actividades. No se debe olvidar que el desarrollo de los niños se produce a través del contacto y las experiencias que se adquieren durante las actividades fundamentales como el juego, contacto e interacción con otras niñas y niños, la exploración y convivencia con sus cuidadores principales.