Mar. Nov 26th, 2024

Palestra / Noticias ONU

Las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas siguen ampliando sus operaciones en la cuenca del Amazonas, provocando un aumento no solo de la violencia, sino de la deforestación y otros problemas ambientales, según un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.

“Estas actividades entrañan riesgos potencialmente mortales para las poblaciones indígenas y se han relacionado con casos de soborno, extorsión, fraude y blanqueo de dinero, así como con homicidios, agresiones violentas, violencia sexual y trabajo forzoso en la región amazónica”, recoge el documento.

En toda la cuenca del Amazonas se registran con frecuencia disputas violentas entre las comunidades locales y los narcotraficantes, a menudo como consecuencia de quejas por la especulación con los terrenos y la ocupación ilegal de tierras. En la zona de la triple frontera entre el Brasil, Colombia y el Perú se concentra una intensa actividad ilícita de deforestación, la cual es impulsada por el comercio ilegal de madera así como por el tráfico de drogas.

En Colombia y Perú se han registrado niveles sin precedentes de cultivo ilícito de arbusto de coca. En Colombia, la superficie cultivada aumentó en un 13 % hasta llegar a 230.000 hectáreas, lo que constituye, por segunda vez consecutiva, un máximo histórico.

En la región andina se ha expandido el cultivo ilícito de coca, lo que ha provocado una notable deforestación, degradación del suelo y pérdida de diversidad de flora y fauna.

En México, el cultivo ilícito de cannabis y adormidera converge con la tala ilegal, fenómeno que afecta especialmente a la región de la Sierra Madre Occidental.