Mié. Nov 27th, 2024

Michel Olguín / Myriam Nuñez / UNAM

Al igual que las personas, los perros y gatos pueden desarrollar tumores cerebrales, siendo más comunes en ejemplares de edad avanzada. Si tu perro o gato muestra un comportamiento extraño, es posible que enfrenten este problema.

Fausto Reyes Delgado, director de Desarrollo Institucional de Comunicación y Educación Continúa del Hospital Veterinario UNAM Banfield, nos aclara: “Un tumor es un conjunto de células que crecen de forma descontrolada. Esta proliferación puede provocar la diseminación de los tejidos y, eventualmente, la muerte. Los tumores se dividen en dos tipos: benignos y malignos”. Mientras que los tumores benignos crecen sin causar disfunciones significativas y su eliminación suele resolver el problema, los malignos (conocidos como cáncer o neoplasias) se propagan a otros órganos, interfiriendo con sus funciones y consumiendo gran parte de la energía del animal.

¿Cómo se presentan?

Específicamente, los tumores cerebrales pueden ocupar del 45 al 50 por ciento del cerebro en perros y hasta un 60% en gatos. En perros, estos tumores suelen manifestarse entre los 5 y 7 años, mientras que en gatos aparecen generalmente entre los 9 y 12 años.

Tipos de tumores

Existen dos clases de tumores:

  • Primarios (del sistema nervioso central). Ejemplo: el meningioma, común en razas de perros de hocico largo como collie, doberman y pastor alemán.
  • Secundarios (originados en otros órganos pero cuya metástasis afecta el cerebro). Ejemplo: Tumores Gliales, comunes en perros de hocico chato.

Ambos tumores, ya sean primarios o secundarios, dañan el tejido en el que crecen, provocando el efecto masa, en el que el tejido cerebral se comprime y desplaza.

Señales en perros

Convulsiones: Si un can de entre 5 y 7 años convulsiona, es probable que tenga un tumor.

Caminar en círculos constantemente.

Ataxia: Falta de coordinación al caminar.

Inclinación de la cabeza: Consecuencia de la presión interna del tumor.

Señales en gatos

Cambios de humor en gatos de 10 años o más.

Ataxia (caminar tambaleante) y en círculos.

Consultar al médico veterinario

Si tu mascota presenta estos síntomas, es crucial acudir al veterinario para una evaluación completa. Además de un examen neurológico, se pueden requerir pruebas de laboratorio y radiografías. La resonancia magnética y la tomografía son las herramientas más precisas para el diagnóstico.

¿Cómo tratarlo?

Al igual que en humanos, la primera opción suele ser la quimioterapia. La cirugía es otra alternativa, aunque su viabilidad depende de la localización del tumor. Si el tumor crece y afecta áreas vitales como el hipotálamo o el cerebelo, puede acortar significativamente la vida del animal. En situaciones extremas, por el bienestar del animal, la eutanasia puede ser considerada como una opción compasiva, concluyó el académico.