Dom. Nov 24th, 2024

Palestra / Noticias ONU

Las operaciones humanitarias en Gaza están a punto de colapsar, advierte el Programa Mundial de Alimentos (WFP) que tras verse obligado a dejar de distribuir comida en Rafah, en el sur, ahora intenta atender a la población que huye hacia el centro de la Franja.

Cerca de la mitad de la población de Rafah, 800.000 personas se han visto obligadas a huir y muchas llegan a la zona intermedia de la Franja y a Jan Yunis.

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) informó de que ha aumentado un 36% en 10 días el número de personas en sus instalaciones en Jan Yunis. Esto incluye a familias que viven entre los escombros de escuelas dañadas y sin ningún servicio.

Las agencias están llevando la poca comida que queda para intentar establecer cocinas comunitarias en en Jan Yunis, Deir al Balah y la ciudad de Gaza, pero la escasez de gas es un obstáculo más para mantenerlas abiertas.

“Estamos intentando reposicionar toda la comida que tenemos para preparar comida caliente. Estas comidas se entregarán a 4000 palestinos desplazados de distintas partes de la Franja”, dice una trabajadora de WFP en Jan Yunis.

Menos de 100 camiones han entrado en Gaza desde el 6 de mayo. En las dos últimas semanas, se ha producido la menor entrada de productos humanitarios en Gaza desde diciembre, lo que hace que el riesgo de hambruna sea “muy real”.

“Nos preocupa llegar a un punto en el que tengamos que comer hierbas. Los que se quedaron atrapados en el norte tuvieron que comer hierbas. No hay comida, no hay madera para cocinar. Todo es extremadamente caro. Nos matan con bombardeos y tanques, y nos matan de hambre”, dijo una mujer palestina a WFP.