Palestra / San Luis Potosí
Pese a ser el alcalde que trabajó tres años con el bar Rich de forma ilegal -quizá por ignorancia o complicidad ya que tenía sus propias oficinas en el edificio Alttus-, el alcalde capitalino Enrique Galindo se autoexculpó ayer de la tragedia donde fallecieron dos jóvenes y varios más resultaron heridos.
El priista se atrevió a señalar que su «postura» es que nadie quede impune, «sea quien sea, no vamos a tapar nada», aunque él mismo está acusado de la masacre en Tanhuato, Michoacán, cuando era jefe de la Policía Federal, sin que hasta el momento reciba un merecido castigo.
El edil informó que la Contraloría del ayuntamiento capitalino abrió sus propios expedientes, para «poner en su justa dimensión» la responsabilidad de directores o inspectores.
«No a la impunidad y sí a la transparencia, le entregamos a la Fiscalía todo lo que ha requerido», cacareó.
Galindo acusó al ex alcalde Xavier Nava de haberle dejado miles de licencias de comercios falsas y «poner orden en Comercio no ha sido sencillo», porque son más de 50 mil establecimientos. Sin embargo, «se lograron 20 mil refrendos, algo histórico».
Pronto volverá a la Dirección de Comercio, Jorge Hernández Delgadillo, quien estaba con él en la campaña por la reelección y que tuvo a su cargo haber supervisado al Rich, pero Galindo todavía lo premió con «unos días de vacaciones» por haber sido «parte fundamental» de su triunfo, aunque el señor no haya hecho bien su trabajo y pasara la tragedia Rich.