El País / Internacionales
El presidente de EE UU, Joe Biden, ha celebrado la detención de El Mayo Zambada y el hijo de El Chapo mediante un comunicado, en el que agradece el trabajo de las fuerzas de seguridad estadounidenses pero no menciona la colaboración transfronteriza ni al Gobierno de México.
Mediante un breve comunicado emitido por la Casa Blanca, el mandatario subraya la importancia del arresto “para salvar vidas estadounidenses del azote del fentanilo”. Los estragos del opioide sintético se han convertido en una baza electoral de primer orden en manos de los republicanos, para arremeter contra la gestión migratoria de la Administración demócrata.
Biden se refiere a Ismael Zambada García y Joaquín Guzmán López como “dos de los líderes más notorios del Cártel de Sinaloa, una de las empresas más mortíferas del mundo”. “Elogio la labor de nuestros funcionarios encargados de la aplicación de la ley, que han llevado a cabo esta detención, por su continuo trabajo para llevar ante la justicia a los dirigentes del cártel de Sinaloa”, en un mensaje sin referencia alguna a México, que debe leerse en clave interna, es decir, electoral.
“Demasiados ciudadanos han perdido la vida a causa del azote del fentanilo. Demasiadas familias se han roto y sufren a causa de esta droga destructiva. Mi Administración seguirá haciendo todo lo posible para que los mortíferos narcotraficantes rindan cuentas y para salvar vidas estadounidenses”, concluye el comunicado de Biden. EE UU había ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares por información que llevase a la detención de Zambada.
Uno de los puntos álgidos de la convención republicana celebrada la semana pasada en Milwaukee fue la equiparación entre la gestión migratoria de Biden y la entrada masiva a EE UU de cárteles del narcotráfico; un tema recurrente en los discursos de muchos oradores. El discurso de aceptación de J.D. Vance, candidato a la vicepresidencia, hizo especial hincapié en los estragos del fentanilo en comunidades rurales y marginadas como la suya natal.
Para el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, que tampoco menciona a las autoridades mexicanas, el cártel de Sinaloa fue “pionero en la fabricación de fentanilo y durante años ha traficado con él en nuestro país, matando a cientos de miles de estadounidenses y arrasando innumerables comunidades”. Mediante un comunicado, Mayorkas ha atribuido todo el mérito de la detención a la “la Administración Biden-Harris” por su “enfoque implacable, exhaustivo y sin precedentes” para combatir el azote del poderoso opioide, aproximadamente 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína como analgésico según la DEA. Mayorkas felicita “a los dedicados y valientes agentes y funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional y del FBI, cuyos años de trabajo, junto con otros miembros de las fuerzas del orden, han desbaratado y desmantelado, con gran sacrificio personal, operaciones de cárteles en todo el mundo”.
“El fentanilo es la amenaza más mortífera que nuestro país ha afrontado jamás, y el Departamento de Justicia no descansará hasta que todos y cada uno de los líderes, miembros y socios de los cárteles responsables de envenenar a nuestras comunidades rindan cuentas”, dijo Merrick Garland, fiscal general de EE UU (responsable del Departamento de Justicia), en la noche del jueves.