Vie. Oct 18th, 2024

Héctor U Tello B. / Palestra

845 días ha pasado el doctor Miguel Lutzow Steiner en el Centro de Readaptación Social de San Luis Potosí, más de ochocientos días que el Estado de San Luis Potosí no ha podido comprobarle ningún hecho imputable para procesarlo, pero que se obstina, -tomando los recovecos de la justicia y juzgadores-, en retenerlo dentro del penal en calidad de «chivo expiatorio» o «preso político»; es decir, en quien debe de pagar por las fechorías que cometió alguien antes que él al ejercer un encargo público, pero que vienen bien para decir que se está luchando contra la corrupción que dejó la «Herencia Maldita», y seguramente creen que se las creemos.

Miguel Lutzow nació en Comacalco, Tabasco (estado origen de AMLO), es médico cirujano y homeópata por el IPN, epidemiólogo por la UNAM, con maestría en Administración Pública por el Tecnológico de Monterrey, con 20 años de experiencia en la función pública, sobre todo en el Gobierno Federal y, desafortunadamente para él: de agosto del 2019 a febrero del 2021 fue Director de Salud Pública y luego Secretario de Salud de febrero a septiembre de 2021 en San Luis Potosí.

Miguel es especialista en Salud Pública y pasó más de 400 días seguidos dando la cara todos los días ante la pandemia de Covid-19, lo veíamos todos los días en las conferencias de prensa, más de 400 días seguidos que no vio a sus hijos y su familia, fue el Zar anti-covid en el Estado, y el Estado en agradecimiento…lo metió a la cárcel.

¿Por qué el Estado no tiene argumentos en su contra?

1. Se le acusa de uso abusivo de la función pública y asociación delictuosa (en el que de principio deben ser tres o más los implicados) y solo él, solamente él está en la cárcel. Los demás gozan de impunidad porque su nombre y cargo no son relevantes para que el estado los castigue como “vendetta pública.”

2. Los dos testigos que tiene la Fiscalía en su contra solo dicen: “haberlo visto en reuniones”, “que él sabía cosas.» Increíble, testigos de oídas y para un Juez un poco serio debieron haber sido causa de nulidad, no ha lugar los argumentos. Pero para el obsequioso Juez de Control le pareció que sí tenían argumentos, que tenían “probabilidad estadística”. La misma probabilidad estadística que al salir a la calle me orine un perro.

3. No existe ningún documento (ninguno) con la firma de Miguel Lutzow que acredite la compra simulada del plaguicida (base de la acusación), cuando debió pasar su adquisición y compra por el Comité de Adquisiciones. No existe ninguna firma de él en documento alguno.

4. Que en esas reuniones en las que lo vieron los dos “testigos de oídas”, donde se “acordó” -dice uno de ellos-, que la empresa Public Health Supply and Equipment de México reintegraría 32 millones de pesos (compra simulada) estuvo enterado el Biólogo Francisco N, la directora de servicios administrativos Patricia N., incluso la ex titular Mónica N., ¿dónde están estas personas?

Respuesta: libres.

5. Para saber si Miguel Lutzow tomó el dinero, ¿qué no es tan fácil hoy en día seguir el rastro del dinero a través de los bancos y el SAT?, con hijos, esposa, padres, con hermanos ¡por favor! con cualquiera cercano se pudiera haber visto dónde quedaron esos 32 millones de pesos. Nunca lo han hecho, porque ese supuesto dinero nunca estuvo en su propiedad.

6. Cuando fue privado de su libertad el 2 de mayo de 2022, nunca se le permitió comunicarse con su abogado, siendo que debió tomar su caso una defensora de oficio puesta por el sistema judicial, quien no sabía ni un ápice de qué se trataba su caso, una clara violación a su derecho a un juicio justo.

7. Volverle a posponer una audiencia y el arranque de su Juicio Oral (como pasó el 5 de agosto pasado) es una estrategia que ha estado usando la Fiscalía y el Ministerio Público una y otra vez, al menos con este van tres veces ya.

El Gobierno Federal debe intervenir, porque es claro que el Gobierno del Estado quiere castigar a un inocente. Dos cartas ha enviado Miguel Lutzow Steiner a Andrés Manuel López Obrador haciéndole saber todas las irregularidades de su caso.

Espero que haya respuesta antes que el estado y su “proceder judicial” decidan que Miguel Lutzow Steiner es culpable de dos delitos que no que no cometió.

Como al principio:

¿Por qué tanta saña del Estado en contra del doctor Miguel Lutzow Steiner?