Palestra / San Luis Potosí
Con motivo de la visita de los presidentes constitucional y electa, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo a San Luis Potosí, a la dirigente estatal de Morena, Rita Ozalia Rodríguez Velázquez no le quedó de otra que hacer a un lado su postura belicosa y reunirse con el gobernador Ricardo Gallardo Cardona.
La política es tragar sapos y sin duda la morenista tuvo que pasar más de uno, ya que durante la feroz campaña por la senaduría, a cuyo escaño no llegó, acusó al PVEM, el partido de Gallardo, de haberle hecho la vida imposible e inclusive en los últimos días hubo fuertes acusaciones sobre agresiones físicas que llegaron a la mismísima conferencia mañanera.
Sin embargo, pasados estos momentos aciagos, tanto Rita Ozalia como Gallardo comprendieron que era mejor pactar una tregua política en aras de empujar juntos las iniciativas de reformas constitucionales que emprenderá Sheinbaum cuando llegue al poder a partir del 1 de octubre.
Así que, aunque Morena se resiste a decir abiertamente que será aliado legislativo del Verde en el próximo Congreso del Estado, el interés nacional y no el personal, irá por delante, algo que debe reconocerse por ambas partes, porque ya no estamos en tiempos de reyerta política, sino de construir el famoso «segundo piso» de la Cuarta Transformación que inició López Obrador.
Esas porras de «¡gobernadora, gobernadora!» para la xilitlense Rosa Icela Rodríguez Velázquez, titular de la SSPC en la reciente visita del presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum a Ciudad Valles, no fueron espontáneas, sino un mensaje muy fuerte para el gobernador Ricardo Gallardo de que no tendrá el camino libre para mantener el poder en 2027, ahora a través de su esposa Ruth González Silva.
Sí, la senadora electa, actual presidenta del DIF estatal, fue destapada hace pocos días por el nuevo mandamás estatal del PVEM, Ignacio Segura Morquecho, como uno de sus «perfiles más fuertes», bajo el argumento de que conoce el gobierno por la sencilla razón de estar al lado de Gallardo, como si las habilidades políticas se trasladaran por ósmosis o telepatía.
Y no es que Ruth González no sea capaz, a juzgar por el medio millón de votos que sacó en las pasadas elecciones, pero para llegar al Gobierno del Estado todavía tiene mucho qué demostrar y sobre todo, convencer al pueblo.
La aparición de la futura secretaria de Gobernación en escena, le mete un calambre a Gallardo y dos al alcalde de la capital Enrique Galindo Ceballos, quien no venía en el panorama mucha oposición, pero tal vez sea sólo eso y Morena tenga un as bajo la manga, porque dejar la Segob, es decir, la segunda posición política del país detrás de la presidencia para gobernar un estado, no es para Rosa Icela Rodríguez. Ya se verá.
La despedida del presidente Andrés Manuel López Obrador en San Luis Potosí, fue más que emotiva, con un evento alegre y lleno de entusiasmo que lo contagió.
«¡Que viva el gobernador Ricardo, de San Luis Potosí!», dijo el tabasqueño hacia el final de su discurso, con motivo de la entrega de la supercarretera Valles-Tamazunchale, finalmente un compromiso que cumplió.
«Su legado continuará inspirando a nuestro trabajo», le expresó el gobernador Ricardo Gallardo al tomar la palabra. «El presidente ha encontrado en San Luis Potosí un refugio de apoyo y de mucho cariño. Y nosotros, a su vez, hemos encontrado en él un líder que entiende nuestras necesidades y nos representa con dignidad a los potosinos», señaló el mandatario potosino.
Y miren que Gallardo se las ha visto negras para convencer a Morena de ser su aliado. En los eventos también lo han abucheado, lo han acusado de todo en las mañaneras y, a pesar de los pesares, AMLO lo trató siempre bien y parece recorrer el mismo camino con la presidenta electa Claudia Sheinbaum.