Héctor U Tello B. / Palestra
Debería dejarla pasar porque es absolutamente nimio el personaje (hoy en día), aunque cada vez que sale su imagen no puedo pensar que viene con rayada de madre incluida.
Da un poco de coraje que existan miserables que creen que su palabra representa algo (los conservadores si), pero que la gran mayoría de este país no sepamos el tipo nauseabundo que es.
Al angelito se le olvida (a millones no) que durante su gestión se asesinaron a mansalva a niños, mujeres y hombres indígenas, campesinos, en Acteal y Aguas Blancas.
Al angelito se le olvida (a nosotros no) que durante su gestión se privatizaron los ferrocarriles de México, y el tipo al salir se convirtió en parte del consejo de esa empresa extranjera; de hecho, este cabrón fue el inventor de la «puerta giratoria»: crear desde el gobierno las condiciones para las grandes empresas, privatizar lo público, a cambio de tener renta vitalicia de por vida (¡Si renunciar a su pensión no fue obra de la casualidad!).
Al angelito se le olvida el madrazo económico para familias de clase media que perdieron todo por sus irresponsables manejos a favor del capital y en contra del pueblo, o sus pensiones de miseria para nuestros padres o abuelos.
Al angelito se olvida que borró de un madrazo la SCJ y cambió a todos los magistrados (qué conveniente que a los conservadores se les olvide esto).
Pero más, al angelito se le olvida (a nosotros nunca, por eso no vive en México), que nos endilgó el Fobaproa por 70 años, beneficiando a los bancos (otros miserables) a costa del pueblo, quién tendrá que pagar su rescate dos generaciones más.
De verdad el cabrón de Zedillo piensa que a uno se le olvidan las cosas.
La memoria histórica es corta para los miserables, hipócritas y corruptos.
Zedillo es uno de ellos.