Armando César Calderón V. / Palestra
203 años después de la Independencia de México, Claudia Sheinbaum es oficialmente la primer mujer presidenta de la Republica Mexicana, tras recibir la banda presidencial de parte de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Antes de eso, AMLO y Sheinbaum salieron de sus respectivos hogares, donde eran vitoreados por gente que los esperaba fuera de sus domicilios, rumbo a la Cámara de Diputados, donde sería la toma de protesta. Al llegar, gritos de: ‘Es un honor estar con Obrador’ y ‘Presidenta, presidenta’, retumbaron en el recinto.
En su primer discurso como presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Claudia Sheinbaum Pardo destacó el papel crucial de las mujeres en la historia y el presente de México. Recordó la importancia de las luchas sociales y los cambios que han marcado al país, subrayando que el proceso de transformación que inició Andrés Manuel López Obrador: «es el líder más importante y el presidente más querido, el que inició la revolución democrática de México».
Sheinbaum resaltó la relevancia de continuar con los principios del humanismo y la prosperidad compartida, con un enfoque claro en los más desfavorecidos. Enfatizó su compromiso con la austeridad republicana y la honestidad como pilares de su gobierno, además de garantizar que la democracia sea un proceso encabezado por el pueblo, prometiendo que la fuerza del Estado no se usará en contra de la población.
Reafirmó su respeto por la autonomía del Banco de México y aseguró que no habrá incrementos en los precios de las gasolinas. También subrayó la importancia de los acuerdos para mantener una canasta básica accesible y apoyar la relocalización de empresas.
«Soy madre, abuela, científica y mujer de fe y, a partir de hoy presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos», comentó. Cerró su discurso reafirmando su compromiso con el pueblo mexicano, prometiendo no fallar, y concluyó con un «¡Viva México!».