Israel Calderón / Comentócrata
La presidenta Claudia Sheinbaum no es López Obrador y se ve reflejado en sus primeros días de gobierno, aunque continúe con políticas públicas de la 4T. Una académica metida a la política que utiliza otros métodos de comunicación más concretos, sin tanto rollo, pero sin modificar ni un ápice los legados de AMLO como el enfrentamiento con España, el Poder Judicial, la distancia con el embajador de EU, Ken Salazar, entre otros; una mandataria con mano de hierro, pero con guantes de seda; la Margaret Thatcher mexicana, digamos.