Palestra / La Ratonera
Lío gordo, gordo, el ocurrido en el municipio huasteco de Huehuetlán, donde el alcalde Ramón Martínez Avitud «decidió» que la Guardia Civil ya no es bien recibida ahí.
Claro está, el morenista veló para su santo, porque dice que se siente perseguido por este cuerpo policiaco de la SSPC a cargo del exfiscal general José Luis Ruiz, «desde que quedamos en el gobierno».
¿Qué quiso decir con eso?, sólo él sabe. Es cierto que el municipio es libre y autónomo, por eso existe la división de poderes en la Constitución Mexicana que nos rije, pero a lo que no tiene derecho es a dejar por sus pistolas sin vigilancia estatal a la población.
Todo mundo sabe que las policías de la huasteca, y de cualquier municipio en general, son escasas, poco preparadas y además corruptas, obligadas o no por el crimen organizado, así que sería mejor que se serene y el gobierno estatal, a su vez, abra un diálogo con el edil, porque como siempre, el pueblo es que el paga los platos rotos por grillas políticas de baja estofa.
Donde también estalló la bomba, fue en el Interapas, con la sorpresiva -aunque esperada- renuncia del director general José Antonio Lugo Álvarez.
Vaya fracaso para el alcalde Enrique Galindo, quien como se recordará, le jugó mucho al ensaparado para nombrarlo, luego de tardar semanas y semanas en decidir quién era el perfil adecuado para ocupar este cargo que es un polvorín.
Con esta determinación de Lugo -por así decirlo- Galindo queda muy mal, porque fue él quien lo puso y los resultados no fueron los esperados, tanto así, que el propio gobernador Ricardo Gallardo fue el primero en pedir su cabeza.
Lo cierto es que el Interapas cada vez está más desgastado. Se ha convertido en una institución apestada que, a pesar de todo, tiene la suerte del dinosáurico PRI: porque no nomás no desaparece.
Pues nada, que la diputada local Sara Rocha y el alcalde capitalino Enrique Galindo, profundizan su alejamiento político y ayer la mismísima presidenta del PRI le dijo que deje de andarse quejando, porque ha comido durante 40 años del partido tricolor.
Esto, en respuesta a que Galindo declaró horas antes que militaba en el «peor PRI» del que tenga memoria y que ya anda pensando en refugiarse en Morena o su verdadero partido, el PAN. Según dijo, tomará la decisión a finales del mes de octubre, pero con eso que piensa tanto las cosas, en una de esas se refería a octubre de 2026, para estar listo en las precampañas por otras siglas políticas por la gubernatura de 2027.
El caso es que Galindo fue ninguneado en la reciente visita del líder nacional tricolor, Alejandro «Alito» Moreno, quien no lo invitó a la reunión que sostuvo con el gobernador Ricardo Gallardo, lo que nos indica que el campechano lo tiene en la mira y le aplicó el hielo, luego que en la campaña electoral reciente ambos se desvivían en decirse cosas bonitas, pura hipocresía.
Round para Sara Rocha y Galindo ni las manos metió.
