Dom. Nov 24th, 2024

Palestra / Chiapas

El 20 de mayo, Wendhy, una mujer de 28 años originaria de Tapachula, fue intervenida por un grupo multidisciplinario de médicos especialistas del Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 “Nueva Frontera”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chiapas, por presentar alteración en la inserción placentaria, lo que ponía en riesgo su vida y la de su bebé.

De acuerdo con el ginecólogo Freddy Nicolás Manzo Martínez, adscrito al servicio de Ginecología y Obstetricia del HGZ No. 1, desde el comienzo de su embarazo la paciente tuvo diversas complicaciones que la llevaron a consultar a los especialistas, ya que aumentaban el riesgo de producir hemorragia obstétrica y una muerte materno infantil.

“A Wendhy la afectaban varios padecimientos muy graves en su embarazo, placenta previa total, que significa que esta creció en la parte más inferior del útero, por lo que la abertura del cuello uterino queda cubierta por completo; acretismo placentario, que es cuando la placenta se adhiere profundamente a las paredes uterinas; padecía de anemia de grado II; un quiste complejo en el ovario izquierdo y la sospecha de percretismo placentario, que es cuando la placenta invade otros órganos, en su caso la vejiga, todas condiciones consideradas de muy alto riesgo y que causan pérdida grave de sangre durante el parto”, explicó el especialista del IMSS.

Amplió que la combinación de estas patologías impedía el retiro normal de la placenta durante el parto y lo calificaron como de alto riesgo, por lo que el término quirúrgico del embarazo de la paciente fue llevado de forma protocolizada y colegiada entre las especialidades de ginecología, urología, anestesiología  y cirugía.

En la intervención los especialistas colocaron un catéter doble jota, realizaron un examen de la vejiga y la uretra por cistoscopia diagnóstica para descartar el daño a ese órgano, le practicaron una cesárea con obtención de producto vivo, una histerectomía total y el retiro de quirúrgico del ovario izquierdo, todos procedimientos exitosos.

“Desde la semana cinco de mi embarazo tuve complicaciones, ya que sufro de anemia, pero fue por la semana número 20 cuando los médicos detectaron que tenía problemas en mi placenta y en la semana 30, gracias a un ultrasonido estructural, vieron que la placenta estaba pegada a mi vejiga y comprometía ese órgano, por lo que me dijeron que mi cesárea sería diferente; me hicieron muchos estudios y me veían en consulta semanalmente, hasta que me programaron para operarme”, dijo Wendhy.

Expresó que en la etapa diagnóstica de su estado de salud se sintió triste y preocupada, porque sabía que su situación médica ponía en riesgo su vida y la de su segunda hija, sin embargo, señaló que conforme los protocolos clínicos avanzaron y llegó la fecha de su cirugía sintió confianza en los médicos del IMSS, quienes le ayudaron a llevar su embarazo al mejor término y gracias a eso hoy se recupera en casa junto a su hija recién nacida.

Finalmente, Manzo Martínez señaló que el Instituto Mexicano del Seguro Social, a través de sus unidades médicas de Segundo Nivel tiene la capacidad de atender esta clase de casos de alta complejidad gracias a su infraestructura de alto nivel, la capacidad resolutiva de su personal médico y paramédico, así como su profesionalismo para atender casos de alta complejidad.