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Desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco lanzó un enérgico llamado por la paz este domingo de Pascua, denunciando la “dramática e indigna crisis humanitaria” en Gaza y pidiendo un cese al fuego inmediato.
«Apelo a las partes beligerantes: que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz», declaró el pontífice argentino en su tradicional mensaje “Urbi et Orbi” ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
El Papa, de 88 años, también expresó su inquietud por «el creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo» y reiteró su cercanía tanto al pueblo israelí como al palestino. «Expreso mi cercanía a los sufrimientos… de todo el pueblo israelí y del pueblo palestino», añadió.
Francisco ha sido una de las voces más críticas respecto a la campaña militar israelí en Gaza, calificándola anteriormente como una situación “muy grave y vergonzosa”. El conflicto, desatado por el ataque del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás en el sur de Israel, ha provocado más de 51,000 muertes palestinas, según las autoridades sanitarias de Gaza, mientras que en Israel se reportaron más de 1,200 fallecidos y 251 personas fueron tomadas como rehenes.
Reaparece Francisco ante los fieles
A pesar de su frágil estado de salud tras superar una neumonía que lo mantuvo hospitalizado por cinco semanas, el Papa apareció este domingo en silla de ruedas y sin cánulas de oxígeno para ofrecer su mensaje desde el balcón principal de la basílica. Aunque no presidió la misa de Pascua, sí estuvo presente al final del evento, como es tradición.
Después de la bendición, el Papa sorprendió al recorrer en su papamóvil la Plaza de San Pedro, saludando a los fieles, bendiciendo bebés y recibiendo ovaciones. Fue la primera vez que utilizó el vehículo al aire libre desde su recuperación.
Encuentro con el vicepresidente de EE. UU., JD Vance
En el marco de las celebraciones pascuales, el Papa también sostuvo un breve encuentro privado con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en la residencia de Santa Marta. Ambos intercambiaron buenos deseos por la Pascua, y el pontífice le obsequió rosarios, una corbata con el escudo del Vaticano y huevos de chocolate para sus tres hijos.
«Es un placer verle en mejor estado de salud», dijo Vance al Papa, en un video difundido por el Vaticano. «Rezo por usted cada día. Que Dios le bendiga», añadió.
La reunión se produce dos meses después de que el pontífice criticara duramente la política migratoria del expresidente Donald Trump —a la que Vance ha respaldado públicamente— señalando que “lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará”.
Durante su visita al Vaticano, Vance también se reunió con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, con quien discutió temas como las tensiones políticas globales, las crisis humanitarias y la situación de migrantes, refugiados y prisioneros.